DOS MESES ANTES
Era una madrugada fría y más oscura de lo normal. Las calles estaban más solitarias que de costumbre y las aceras resbaladizas por el hielo que las cubría. Sin embargo nosotras no lo notábamos, estábamos acurrucadas en la cama, abrazadas la una a la otra intentando regular nuestras respiraciones. Ann me acarició la mejilla al tiempo que me besaba.
-Te quiero- Dijo en un leve susurro.
-Te amo- Respondí.