El agua corre llenando la bañera y me doy cuenta de algo; no le he llamado, así que cojo el móvil.
-Ann ¿qué te pasa?, hace dos semanas que no sé nada de ti, ¿estás bien?- me responde el teléfono algo preocupada.
-Lo siento,Myrthe- digo nerviosa- te echaré de menos.
-¿Qué dices, Ann?
-Ven a visitarme de vez en cuando. Llévame crisantemos para decorar mi nicho.-Cuelgo mientras mis lágrimas resbalan por mis mejillas, Aprieto el teléfono contra mi pecho y sé que es la hora.
Estoy lista.