No más

18 0 0
                                    

Sus palabras resuenan en mi cabeza, una vez que estoy despierto, siento como si hubiera sido real. Cómo olvidar su expresión y el dolor en sus palabras. 

"La gente te juzga, las personas te acusan. No te entienden, no te dejan. Es absurdo lo que sientes, lo que pasas, lo que dices. No te escuchan, te reclaman. No saben ni tienen idea de lo que estás pasando y lejos de ayudarte te hunden en tu dolor, en tu confusión. Solitario como el viento, pasas en medio de todos, pero no te ven. No eres indispensable, ni necesario. Existes, estás pero no quieres estar. Te ahogas en tus pensamientos, tus pesadas pesadillas te dejan sin aliento, no encuentras la manera de salir, te estás cayendo, te estás muriendo. Y nadie se da cuenta. No pides ayuda porque te verías ridículo, las personas pasan por cosas peores que tú y eso te hace pensar que no debes buscar ayuda. No es posible que una persona como tú tenga esos tipos de sentimientos. Qué necesita la gente para poder ver en ti lo que sucede. Mientras desapareces nadie te pregunta nada, pero cuando finalmente te vas, es como una ola de preocupación y atención incluso por quienes nunca te hablaron o te dirigieron la palabra. Los que nunca pensaron en ti se unen con muchos para hacerlo. La falsa máscara de compasión ante los seres queridos que ni siquiera se imaginan la solitaria vida que llevaba. Demasiado estúpido como para pensar en alcohol, no quieres olvidar momentáneamente ni caer más bajo. Necesitas una salida, ya estás cansado de quejas, tu enojo ya no cabe en tus entrañas, vomitas furia, exhalas molestia, hablas insultos, expides odio. Pero eres el antagonista de la historia. Nadie entiende el origen de lo que pareciera ser lo que compone el alma de un ser incomprendido. Si algún día puedes entender, sería muy grato."

No tengo idea ni en que momento del día me encuentro, las cortinas oscuras no permiten el paso de luz incluso en medio día.  Tomo mi reloj y me doy cuenta que debí levantarme hace 5 horas. Este libro es algo profundo y por alguna razón me identifico con lo que dice. Lo había leído antes o quizá lo había leído con anterioridad. Mi café matutino me deja pensando en que tanto hay por descifrar en las palabras de este pequeño individuo. 

"Esta presión en el cuello, este dolor en el brazo, esta inmovilización de mi espalda. La poca entrada de aire que tengo, la falta de vivir, el poco aprecio por las cosas aparentemente buenas. Todo se conjunta y llena mis más grandes vacíos, algo que ha permanecido así por mucho tiempo. He roto más vidas de las que me puedo imaginar, he dejado una parte de mí en cada una de ellas al punto de quedar con un pedazo de felicidad que sin duda, no me da ni para una cosa ni para otra. No lo busco con otra persona pero parece que estoy absorbiendo sin poder sentirme saciado, porque no he reparado el saco de mi ser. No le encuentro sentido a lo que viene o lo que hice. No le encuentro sentido a tanto estrés, lo odio y eso lo hace más grande. Me permito decir que esta situación ya colmó mi paciencia. He intentado muchas veces y no he logrado nada, he llegado a mi límite. Es indescriptible pero es desagradable, moverte en automático solo para hacer feliz a otras personas sin ser feliz tú mismo. No tengo con quién hablarlo, no tengo con quien sacarlo, y por supuesto tú que estás leyendo, ni siquiera te preocuparás por lo que sucede porque lo más probable es que no exista más para cuando esto entre por tus ojos."

Me da la ligera impresión de que esto no terminó bien, sin embargo, quién no puede sentir empatía por estos tipos de textos tan únicos pero conectados entre sí. Me detengo a pensar en mi vida y decido que es tiempo de visitar a mis padres. Hace mucho que no los veo. Tantas cosas que han ocurrido que sería bueno hablar de ello. Una última leída.

"Ya he pensado muchas veces como terminarlo, algunos son muy obvios, algunos parecen accidentes y no me decido, pues así como he vivido para los demás, quisiera morir también así, para ellos. Quisiera tranquilidad, quisiera paz para ellos. No son culpables de no entender, no culpo nadie. ¿Me extrañarán? Yo por supuesto que sí. Tengo miedo, pero no me decido, es normal sentir miedo, todos lo sintieron. No hacerlo no me hará menos valiente. La firme convicción de que lo que está sucediendo es absurdo, la tengo. Puedo mirar por horas un reloj, puedo permanecer sentado sin decir nada. Puedo no tener contacto humano por días. Me gusta el silencio, me gusta estar solo, no me gusta fallarle a las personas y por eso me alejo de ellas, odio que me defrauden y decido no ser cercano. He cortado mi cabello, es una mejor satisfacción que cualquier otra droga. ¿Quieres saber la verdad? Aún puedes salvarme, así como encontraste este diario, así mismo podrás encontrarme. Una recomendación, se rápido, el tiempo corre y mi agonía aumenta. Te doy una pista, me encuentro en más de dos y menos del cero siguiente. Repartido en doce. Y así como escondido en lo casi último del siglo, también soy de los menores. En la lista completa comienzo con diecinueve y ahí mismo termino en dieciséis aunque si me buscas en la versión infantil, termino con cuatro. Ya perdiste 5 minutos, deprisa..." 

Un ojo para cada realidadWhere stories live. Discover now