Capitulo 4: Serpiente y Aprendizaje.

21.1K 1.2K 952
                                    

Era temprano por la mañana cuando Harry abrió los ojos, se tomo un momento para pensar en el día anterior y no pudo evitar sonreír al pensar en el día que le esperaba hoy. Pero de pronto recordó el huevo que había colocado al lado de su cojín la noche anterior y se apresuro a comprobar si había salido del huevo como había dicho su abuelo. Pero al mirar el huevo vio que seguía en el mismo lugar y sin cambios, un poco decepcionado cogió el huevo para mirarlo mejor pero noto algo raro, era mucho más ligero de lo que recordaba, pasando las manos por la superficie noto entonces un agujero.

Dándose cuenta que el animal desconocido había roto el cascaron, puso toda su habitación patas arriba en un intento desesperado por encontrarlo, por desgracia, fue en vano. O al menos lo fue hasta que noto algo moviéndose por su brazo izquierdo, un tanto sorprendido y curioso, levanto su manga y vio por fin al pequeño individuo que había estado buscando.

La criatura era una pequeña serpiente de apenas 30 cm de largo y tan ancha como un dedo meñique, pudo notar sus suaves escamas de color blanco moviéndose por su muñeca mientras se quedo mirando esos ojos verdes tan similares a los suyos propios, la única diferencia en ellos siendo la pupila, que en el caso de la pequeña serpiente, era rasgada.

Harry se quedo mirando la pequeña serpiente a los ojos, sin moverse, sin pronunciar palabra, totalmente fascinado por el pequeño individuo envuelto en su muñeca. Pero su trance se rompió cuando su nuevo amigo empezó a lamer su nariz con su diminuta lengua.

El pelinegro se rio encantado. "Para, me haces cosquillas."

"Veo que yo tenia razón." resonó la voz de Salazar en la habitación del chico.

Ambos, humano y serpiente, se giraron hacia la puerta y vieron al anciano sonriendo.

"Buenos días abuelo."

"Buenos días Harry, buenos días señorita" dijo el viejo mago. La pequeña serpiente dio un silbido en respuesta.

"¿Señorita?" pregunto el niño sin entender.

"Tu nuevo familiar, la pequeña serpiente, es una hembra"

"¿Familiar?" pregunto el niño.

"Un familiar, es un animal, ya sea mágico o no, que esta atado a un mago de por vida, formando una conexión profunda entre los dos. Un familiar ayuda también a reforzar la magia del mago al que esta unido, puedes considerar a esa pequeña tu compañera."

Harry asintió y miro de nuevo a la serpiente blanca. "Encantado de conocerte, mi nombre es Harry." la serpiente siseo de nuevo y se envolvió con fuerza alrededor de su muñeca. Harry se preocupo un poco. "¿Abuelo, es normal que no me hable?"

Salazar iba a contestar, pero fue interrumpido por una voz desconocida para el niño. "¡Pues claro que es normal! ¿Es un recién nacido, como coño quieres que sepa hablar mendrugo?"

El pelinegro salto del susto mientras su nuevo familiar empezó a silbar enfadada. La única respuesta del anciano fue suspirar. "Podrías ser más agradable Apophis."

"¿Agradable? Y un cuerno, si el chaval es idiota le hablare como tal." la voz resonó de nuevo en la habitación.

El anciano suspiro de nuevo. "¿Al menos podrías salir a presentarte, ni que sea para que mi nieto sepa quien lo esta insultando?"

Harry no entendía que estaba pasando pero de pronto vio una serpiente negra saliendo de la túnica de su abuelo, era totalmente negra y con los ojos de un hermoso color amarillo casi dorado. "Hola mendrugo, mi nombre es Apophis, el familiar del carcamal aquí presente."

El abandono de Harry PotterWhere stories live. Discover now