¿Aún me amas? Parte 1?

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-Me aburro.

-Te dije específicamente que no vengas y me mandaste a la verga diciendo que haces lo que te da la gana, Alex.

-Quiero una hamburguesa.

-Yo te quiero a tí- Dijo el rubio mientras soltaba la mano de la chica para abrazarla por los hombros.

-No, lo que tú quieras no es importante ahora, tengo hambre- Tomó la muñeca de su novio y echó a correr ganándose unas cuantas miradas de los otros compradores del centro comercial.

Cuando llegaron a la sección de comidas, Alex pidió su hamburguesa, pagó y se sentó en una mesa a comer, Magnus sólo la miró por los poco minutos que tardó.

Admiraba las facciones de su rostro y sus bellos ojos, la caída de su cabello y sus raíces, sus gestos y miradas. Y le gustaba todo lo que veía. No eran sus mejores momentos, pero simplemente verla era suficiente.

Alex también lo miraba, e indudablemente detectaba toques de tristeza detrás de su característica mirada soñadora. Habían tenido una especie de "pleito" hace un par de días y ambos tenían miedo.

Miedo de que algo saliera mal.

De inmediato el recordimiento recorrió el cuerpo de la chica. Sus ojos se mojaron poco a poco, hizo lo que pudo para evitar que recorrieran sus mejillas. Pero no hubo éxito.

Al percatarse de las lágrimas, el chico le tomó la mano a su novia.

-¿Estás bien?

-No.

-¿Quieres salir de aquí?

-Claro.

Se pararon y se encaminaron hasta la salida.

Estaban abrazados mientras caminaban y la cabeza de la chica enterrada en el pecho del rubio.

Estaba tibio, se dedicó a escuchar a su cabeza. Para ser exactos, sólo a la parte que no le gritaba que era un desperdicio de materia.

Tomaron una entrada al hotel e ingresaron a la habitación del chico.

Pensaron un rato, con sugerencias para acabar con este sentimiento que al pensarlo de manera detenida era recíproco. Claro que fue acompañada por varios mimos y aunque solían ser la mejor sensación del universo, ahora desataba una nueva emoción en la hija de Loki. Compunción.

Luego, llegaron a una interesante decisión, se irían del hotel, no importa donde, por un par de días.

Guardaron cosas en una mochila (provista por el hotel Valhalla) raudamente y salieron por esa puerta sin decirle nada a nadie.

Llegaron a un autobús, no duraron ni cinco minutos despiertos.

Sus cálidos cuerpos abrazados permanecieron tanto tiempo en el transporte público que cuando despertaron no tenían ni idea de dónde estaban, perfecto.

Salieron, sin estar seguros si esto era una nueva idea.

Encontraron un frondoso bosque a un par de kilómetros, suelo lleno de plantas y árboles de altas copas, siendo unos guerreros muertos temerarios entraron.

Encontraron un espacio que les pareció adecuado para dormir.

Se sentaron y miraron hacia la copa de los árboles, luego se echaron completamente en el césped, tomados de las manos.

-Esto es hermoso- Dijo Alex.

-No, tú lo eres.

El color carmesí invadió la cara de la chica y su novio la acercó a él, sus narices se topaban y la respiración del otro calentaba sus rostros.

Alex cerró los ojos, no quería pensar ahora, se sentía demasiado mal como para hacerlo.

Magnus tomó un mechón de cabello verde y lo puso detrás de la oreja correspondiente. El dejó de sonreír lentamente al ver que ella no lo miraba, la temperatura descendió casi un grado, los pájaros pararon de cantar y Magnus se vió mayor, con ojeras y sus quemaduras del sol ya no resultaban atractivas.

Había intentado ocultarlo, se daría cuenta él mismo, sólo era una sensación efímera. Pero empezaba a dudar. Y no saber, era peor que conocer una verdad horrorosa.

-Alex-Empezó a decir, tenía miedo, las lágrimas amenazaban con salir. Rápidamente pensó en cuando el contacto físico le provocaba desagrado y ahora sólo quiere estar junto a ella, no quería soltarla. Sentía como su tuviera una pesa atada a su intestino y un sumo sentado en su espalda.- Alex, tú todavía me amas?

Cerró los ojos rápidamente, sintió pavor de conocer la respuesta. Tenía miedo de enterarse de algo que lo podía romper en mente y espíritu. Odiaba ese sentimiento más que nada en los nueve mundos, y sabía que la única manera de olvidarlo sería preguntando.

-¿Cómo se te ocurre preguntar eso?- Dijo Alex después de unos segundos, abrió los ojos, sin separarse y tomando la cabeza del hijo de Frey en sus manos y ligeramente empezó a enroscar sus dedos en esos rubios cabellos.

Magnus se quedó en silencio, sus caras tan cerca, y esas manos en su cabello lo hacían sentir bien, ignoró todo otro pensamiento y lentamente acomodó su cabeza hacia un costado y lentamente juntó su cara con la de su pareja.

Se podía decir que no era un beso, sólo dos labios juntos, pero Alex cerró sus ojos y lo disfrutó como tal, sus manos temblaban y en un impulso lo acercó más a ella y volvió ese contacto sumiso en algo más poderoso, más vigoroso.

No duró demasiado, se separaron.

-Lo siento, todo esto es mi culpa.- Dijo la de raíces negras.

Él seguía en silencio. No se sentía bien, pero tampoco era terrible. Ella todavía lo quería, verdad?

-Soy molesta, e insensible. Me sorprende que no me odies, soy egoísta, vanidosa y...

Ella podía seguir analizando cualidades que le desagradaban de ella misma por la eternidad. Pero fue silenciada.

-Para- Dijo Magnus, casi en un susurro.

-No me pidas que pare de decir la verdad.

-No te lo pido, es una orden.

-¡Tú no puedes decirme que hacer!-Gritó Alex, soltándolo. Su voz se quebró en las últimas palabras

-¡Lo sé!- Dijo Magnus sentándose, asentó su espalda en el tronco de un árbol. -Y me pudre, porque cada vez que te veo mal, me dan ganas de sacarme la piel de la cara. Quiero clavarme un puñal en el pecho al saber que la mejor persona que he conocido y amo no se ama a si misma.

-Magnus, tú me encantas porque eres asombroso, pero te amo porque cuando estoy contigo soy otra. Soy feliz. Si sigues enojado conmigo, la única persona que se clavará un puñal en el pecho soy yo -Ella se colocó junto a él, puso la mano en la rodilla del chico y la cabeza en su hombro.

-Tu eres increíble. Sola. Y si algún día hago algo que te lastime, tienes mi autorización para masacrar mi cuerpo hasta que no le quede ni una onza de humanidad.

-Maggie...

-Alex, tu aún me amas?- Preguntó por segunda vez.

-Nunca dejé de hacerlo, sólo tuve miedo, miedo de ir muy lejos.

-¿Te arrepientes de algo?

-No.

-¿Me prometes que esto no terminará así?

-Lo prometo.

Sus cabezas apuntaron al cielo, con la mirada dirigida a las estrellas, que aparte de sus ojos, eran lo más brillante en esa noche de primavera.


-

* Espera la arena *

Oh! Y por lo de parte uno, es que (si no muero antes, claro) escribiré otro cap relacionado :D

Ah, y cambiando de tema, quién me explica por qué todo este drama con Marvel? No me veo la gracia a las películas :v (Lo siento Mafer 1,  yo sé que las amas, esto ya no puede continuar).

Fierrochase fluff y one-shots (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora