Cap 4

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Adrien se removió incómodo, una luz blanca lo atormentaba, el pitido de una máquina quería hacer que su cabeza estallara y una incomodidad en su brazo derecho lo obligó a intentar abrir sus ojos, poco a poco empezó a recuperar su vista, a su lado y acostada junto de él su amiga alya, que a su parecer se encontraba dormida, miró más a su alrededor, se encontraba en un hospital, miró la entrada en la cual había una ventana que dejaba ver los pasillos, ahí pudo ver a su padre, parecía enfadado, molesto, ya había notado que había escapado de nuevo de su casa, pero ahora se estaba dirigiendo a luka, se sorprendió, estaba dispuesto a seguir observando a no ser de que su amiga se removiera.

-es de día- comentó adrien acariciando el pelo de alya a lo cual está se volvió a remover

-adrien déjame, estoy esperando a que adrien despierte- dijo adormitada aquella beta

Adrien soltó unas risitas haciendo que aquella chica despertara de golpe mirándolo fijamente y abrazándolo, se sentía tan bien en esos momento.

-qué bien que despertaste- le susurro al oído

-no te librarás de mi tan fácil?- le respondió aceptando su abrazo- cuanto tiempo estuve dormido?- pregunto una vez separados

Alya se levantó de su asiento y con una mano en su nuca comenzó a caminar frente a la camilla, ella había estado ahí desde un principio, no solo por gusto si no por órdenes del padre de adrien, la chica suspiró y lo miró fijamente.

-adrien, estuviste dormido casi tres días...- le comentó rascándose la nuca

El joven rubio se paralizó por unos momentos y luego intentó tomar una actitud relajada.

-al menos ya desperté y estoy bien- respondió alegre a lo cual su amiga le lanzó una mirada de no haber acabado las noticias

-espera, no es todo...- comentó la joven

Estaba dispuesta a hablar pero por la puerta principal entró su furioso padre y atrás aquel alfa con una expresión también furiosa; adrien miró fijamente a su padre, esperaba el regaño y el castigo severo que se merecía pero a cambio de eso recibió un abrazo de parte de este, lo sorprendió, no sabía cómo reaccionar.

-qué bien que despertaste- le comentó Gabriel mientras lo apretujaba en sus brazos

-lo siento papá, se que estuvo mal lo que hice, espero mi castigo y no volveré a salir sin tu permiso- comentó adrien haciendo que su padre se separara un poco de su abrazo y lo mirara confundido

-de que estás hablando adrien?- decía algo confundido mirando los verdes ojos de su omega

-no estás enojado por eso, no estaban peleando afuera pro aquel tema?- decía el rubio confundido

Gabriel miró a alya la cual hizo una señal de que no le había contado nada, la mirada de adrien se centró en aquel alfa el cual lo miraba triste y feliz, sus ojos gritaban que quería abrazarlo.

-adrien, hay otros problemas...-carraspeo el alfa mayor, Gabriel, alejándose de aquella cama y dirigiéndose donde los más jóvenes

-adrien...- hablo el alfa de pelo azul y puntas negras- seremos padres- soltó

El mundo de adrien se derrumbó, todo daba vueltas a su alrededor, como era posible eso, acaso fue aquella vez?, tenía que haber sido aquella vez, ahora que sería de su carrera?, escuela?, amigos?, todo pasaba frente a sus ojos y se escurría por sus mejillas.

-tranquilo tranquilo, yo estoy aquí contigo- decía el alfa acercándose a su rescate limpiando aquellas lagrimas salientes de las mejillas del rubio

-no...- susurro llamando la atención de los presentes- no, no, no, no quiero!!- les grito

Después de unas horas de llantos y negaciones adrien cayó rendido sobre su cama, se durmió, sus ojos rojos, su respiración agitada, se había tomado la noticia de una manera terrible y egoísta, todos salieron del cuarto para no despertar al joven.

-adrien tomó muy mal la noticia, pero si es lo que quiere...- comentó Gabriel siendo callado por el otro alfa

-no, aquel futuro bebé también es mío- el respondió logrando hacer que agreste frunciera el ceño

-pero él es mi hijo, son muy jóvenes, no tienes con que mantener a un bebé- le respondió intentando no hacer un alboroto

-solo quiero que nazca, después de eso nadie sabrá de nosotros, adrien agreste nunca tuvo un hijo en su adolescencia y el pequeño tuvo una madre pero murió en el parto- le replicó

Agreste lo pensó, era una mejor idea que un abortó, menos costosa y riesgosa, si era así solo haría falta despistar a los paparazzis y cualquier persona que pudiese interferir, y si al final de eso su hijo en verdad no quería aquel bebé se cumpliría aquel trato, sonrió de medio lado y estrecho la mano con aquel joven, al parecer del alfa mayor se sentía como un pacto con el mismo diablo.

I kissed a boy Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum