Primer capitulo.

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"Y recuerdo... recuerdo todo como si hubiese sido ayer, pero dime ¿hace cuánto fue? ¡Dime! ¿Hasta cuándo tendré que luchar con estos recuerdos? eso ya fue hace años... no tengo más remedio que escribir sobre ello, pero sé que esto seguirá retunbando en mi cabeza... por siempre."

Era un día tranquilo de verano, mis padres se habían ido de viaje y como de costumbre me habían dejado cuidando la casa. Ya me había acostumbrado a estar sola, mis padres viajaban muy seguido así que estar sola no era un problema para mi, incluso me gustaba porque podía invitar a mis amigos a la casa y así poder divertirme un rato sin tener que pensar en que mis padres me dirán algo. Supongo que es un pensamiento muy normal para una chica de 16 años.

Esta vez mis padres se iban a quedar un largo tiempo quizá un mes... lo malo de todo es que tendré que ocuparme de toda la casa, vale, ya sé que soy muy floja. Mientras miraba por la ventana de mi habitación examinaba mi situación actual, se supone que tendría que ir a estudiar al siguiente día pero es sólo que odio estudiar los viernes, pero así es la vida... estaba tan concentrada en la ventana, hasta que sonó el teléfono.

- ¿Hola?

- ¡Hola Taylor! 

- Hola Kathe... ¿cómo estás? 

Kathe era mi mejor amiga, recuerdo que la conocí cuando tenía 13 años... estudiabamos en la misma escuela y ella se me acercó y me preguntó si me gustaban las historias de terror, no sé cómo lo supo, pero se dio cuenta de mi obsesión por todo lo relacionado con lo paranormal, así que empezamos a hablar sobre ello y ella me llevaba todos los días libros en los cuales habían infinitas historias de terror que me encantaban, hasta que al final terminamos volviéndonos las mejores amigas.

- Pues bien, oye... oye... Dime por favor que irás a la escuela mañana, te tengo que contar algo.

- Justamente sobre eso estaba pensando, no tenía muchas ganas de ir pero ahora que me lo dices, sabes que soy muy curiosa y no aguantaría con la intriga. ¿De qué trata?

- No te puedo decir, lo siento chica curiosa, buahaha.

- ¿Esto es enserio? ¡Anda, pero qué ruda! Sería más fácil si vinieras ya a mi casa y me contarás de una vez, así no hay intriga para mi, tu me cuentas y todos felices para siempre. 

- ¿Felices para siempre? Creo que mucho DIsney para ti.

- ¡Oye! sólo porque me vi 10 veces "La Sirenita" no significa absolutamente ¡Nada!

- ¿Segura?

- Bueno, está bien lo admito me gustaba Disney, pero no me cambies el tema. 

- Vale, mira... iría ahora mismo pero tengo que ir a la librería a conseguir algo.

- ¿Otro libro de terror?

- Exactamente. Pero... de eso se trata lo que te tengo que decir mañana, por favor, tienes que ir.

- Está bien iré, ojalá valga la pena lo que me dirás.

- Seguro que la vale. Adiós Taylor, te odio mejor amiga.

- Yo te odio infinitamente más, tonta.

*cuelga*

Me acosté en mi cama a mirar la televisión, y me quedé dormida. 

"SUEÑO"

Estaba afuera de la casa de mis difuntos abuelos, la casa se veía bastante diferente... el cielo estaba gris, el viento soplaba fuertemente contra las ventanas de la casa, el suelo tenía grietas, pero la casa era la única que parecía intacta mientras todo lo demás se derrumbaba. 

Toqué varias veces impactada por el suceso, toqué, toqué y toqué hasta que por fin alguien me abrió... pero cuando intenté mirar si era alguno de mis abuelos, no había nadie. 

Entré en la casa y adentro todo estaba igual, subí las escaleras con el corazón acelerado intentando buscar a alguno de mis abuelos, por alguna extraña razón sentía muchas ganas de verlos... muchas ganas de verlos, repetía mi mente mientras subía las escaleras corriendo.

Llegué a la habitación principal, en donde solían dormir... estaban ahí acostados, parecían dormidos a pesar de eso les grité 

- ¡Abuelos, los quiero! ¡Los he extrañado tanto! 

Abrieron los ojos, y mi abuela se acercó a mi.

- Oh chiquita, nosotros también te hemos extrañado tanto, ven, te daré un abrazo.

Se acercó a mi para darme un gran abrazo, y así fue. Mientras me abrazaba susurré.

- Abuela, extrañaba tanto tus abrazos, me he sentido tan sola sin ustedes... Enser... ¿abue..la? ¿qu-qué haces?

Miré la mano de mi abuela, y tenía una navaja que enterró fuertemente en mi corazón, el dolor se volvía profundo cada vez que enterraba más la navaja en mi corazón. Mientras me desangraba le dije. 

- ¿Por-porqué abu-ela?

- ¿Alguien dijo que yo era tu abuela? Jajaja.

*fin del sueño*

Me levanté sobre saltada con lágrimas en los ojos, miré mi corazón y no tenía nada. Estaba intacta, menos mal había sido un sueño. ¿Pero por qué este sueño..? yo casi nunca tengo pesadillas, bueno, espero no vuelva a suceder.

El espejo malditoWhere stories live. Discover now