Capítulo 6.

7.2K 566 119
                                    

—¡Mizue-san! – llamó abriendo la puerta de manera abrupta.

La rubia pasó su antebrazo rápidamente por su rostro y habló molesta.

—¿Qué confianza tienes para abrir así mi habitación?.

—Tienes qué escucharme...

—Mira, pelo de chicle, no porque seas mayor, y la alumna de la quinta o lo que sea, vas a irrumpir así en mi habitación sin consentimiento. Ahora vete.

—Estás cometiendo un grave error con Hanada, con tu padre y con tu hijo.

—¿Tú qué sabes de mí?.

—Lo suficiente para darme cuenta que estás rota. Estás rota en cientos de pedazitos filosos que lastiman a los demás.

—Yo no estoy rota... – susurró bajando la guardia, no esperaba que la pelirosa la decifrara.

—Sí lo estás. Lo sé.

—Tú no me conoces. Y no tienes idea de lo que dices, no seas entrometida y vete.

—Sé de lo que hablo porque viví algo parecido.

Eso llamó la atención de la rubia, por muy déspota que sea, aún era muy jóven como para evitar la curiosidad.

Sakura se dio cuenta de que Mizue estaba interesada en lo que ella pudo haber vivido, así que comenzó a relatar su experiencia.

—Tal vez lo que yo viví no sea tan fuerte como lo tuyo, pero déjame decirte que tienes frente a ti a una ninja llorona que se ahoga en un vaso de agua, así que para mí fue algo trágico y doloroso, 15 años de autodesprecio, lágrimas y más cosas, ninguna de ellas buena.

—¿La discípula de la quinta siendo una llorona?, aver qué tienes para que yo te crea eso.

—Desde que era pequeña sufría rechazo, porque no era muy bonita...

—¿Me piensas convencer de vivir dolor con eso?. – se rió irónica. —Por supuesto, la niña de pelo rosa, piel de porcelana y ojos jade sufría rechazo porque era "fea". Mejor ya vete de mi cuarto.

—Eres bastante insolente.

—¿Y?.

—También yo era así.

Y tenía su atención de nuevo.

—Sí, sufrí rechazo, porque a pesar de lo que mencionaste, a los demás parecía importarles una sola cosa. – se quitó su banda ninja y volvió a colocarla, pero haciendo a los lados su fleco, como cuando era genin.

—Wow, esa sí es una frente grande, apuesto a que escribiría todos los insultos que me sé y aún quedaría espacio.

—Y yo apuesto a que te mataría de un sólo golpe y podría hacer que parezca un suicidio. – amenazó acomodando su cabello otra vez.

—Bien, me callo, continúa.

—Todo eso me hizo una niña llorona e insegura, hasta que conocí a alguien, una niña rubia con autoestima y seguridad para dos, nos hicimos las mejores amigas, pero eso cambió porque nos enamoramos del mismo chico.

—¿El rubio guapo y grosero que seguro sigue comiendo?.

—No, de hecho fue de alguien muy distinto, era una persona fría, amargado, grosero, con odio, pero era comprensible. Viví enamorada de él durante 15 años, y en todo ese tiempo mientras yo estuve dispuesta a dar hasta mi vida o libertad por él, recibí a cambio un "Gracias", "Perdón por todo" y un "Te veo pronto". Le creí, lo esperé, necesitaba su atención, incluso llegué a utilizar al rubio del que hablas para traerlo de vuelta.

Y fuiste tú...Where stories live. Discover now