N I N E T E E N

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Wise men say only fools rush in
But I can't help falling in love with you
Shall I stay?
Would it be a sin
If I can't help falling in love with you?
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—Agh... por dios. ¿Acaso engorde? ¿Por qué todo entraba cuando llegamos? ¡Es imposible? —se quejaba Freddie— ¡Richard! ¡Di algo! ¡Nunca hablas... por lo menos ayuda!
—¿Y si mejor nos dividimos? Ya saben... dos vamos en la camioneta y dos se van caminando —dijo John, un poco nervioso.
Freddie sonrió— No hablas mucho, pero cuando lo haces dices cosas inteligentes, querido —miro a Brian y Roger, que ya estaban cansados de tanto mover, sacar y poner cosas en la caravana para que todos puedan entrar— Váyanse caminando ustedes dos —ambos lo miraron con enojo.
—¿Qué? ¿Por qué nosotros? —se quejó el más alto.
—Miren estos zapatos —señaló sus pies y levantó el derecho— ¿Qué quieres, querido? ¿Que vuele? Porque para caminar estos sí que no sirven —Brian rodó los ojos— y respecto a John... bueno... es Deacy, querido. No vamos a hacerlo caminar al pobre —John lo miró confundido.
—Yo puedo caminar, Fre...- fue interrumpido por Freddie.
—¡Lo entiendo! —gritó— se que estas cansado y no quieres caminar, así que tú y yo vamos en la caravana, ¿si? —le dedicó una mirada asesina al menor.
—C-Claro —asintió.

Brian y Roger se miraron con confusión.

—Bueno... ya. Vamos caminando —habló el rubio.
—Genial —se acercó a ambos chicos— llamaré al tipo, y les diré lo que hablemos. Vamos a ser los mejores —les guiño un ojo. Roger sonrió, y Brian soltó una pequeña risa.
—Adiós, Freddie —saludó el rubio.
—Buenas noches, queridos —y Freddie subió a la camioneta junto a John.

Lo miró a los ojos.

—Bien hecho, querido —y chocan sus puños.






~





—Freddie estaba un poco raro —el rizado rompió el silencio.
—Supongo que debe ser la emoción... Imagínate, salir en Top Of The Pops... debe ser genial —miró el cielo, observando las estrellas.
—Claro que sí —miró hacia el mismo punto que él— el cielo es hermoso... ¿No crees? —El rubio asintió.
—Lo es —siguió caminando— a veces es bueno soñar —Brian asintió, dándole la razón.
—Jamás creí que fuera a hablar con alguien cercano a Elton John. Es genial —sonrió.
—Sí que lo es... —hubo un pequeño silencio.
—¿Aquella de la otra vez era tu hermana? —preguntó Brian, para buscar algún tema de conversación.
—¿La rubia que me acompañó? Si... Cérsei.
—Es... casi igual a ti, pero mujer —se acercó un poco más. Sus hombros casi se rozaban.
—Muchos me lo dicen —bajó la mirada— es que ella y yo nos parecemos a mi padre, por lo que tenemos similitudes.
—Ya veo. ¿Cuantos años tiene?
—Dieciocho.
—¿Dieciocho?
—Sí. No parece, eso es lo peor —ambos rieron.

El departamento de Roger no estaba muy lejos de aquel bar —en verdad, estaba bastante cerca de casi todas partes. Ese departamento está en el centro de la ciudad— por lo que ya podían verlo a lo lejos. Solo un par de cuadras más y estarían allí. La noche era una de esas únicas. Las estrellas brillaban más de lo habitual, y las calles estaban bastante vacías para ser una de las más transitadas de la ciudad. Se formó entre ellos un pequeño silencio, pero no de esos incómodos... uno que incluso sería más agradable que cualquier conversación. Aquel silencio se acompañó de algunas miradas y sonrisas por parte de ambos. El ambiente era uno de los mejores para aquella situación.

En menos de unos diez minutos, habían llegado a la puerta del lugar. Ambos se detuvieron ahí.

—Bueno, Roggie... que más decirte —rió en lo ultimo, haciendo que Roger sintiera un cosquilleo en el estómago, en especial por cómo lo había llamado— Brillaste —comentó.
—No fui el único —ambos rieron con nerviosismo.

El silencio volvió, y ambos se miraron directamente a los ojos con profundidad. Brian, con algo de miedo y casi por instinto, subió su mano derecha a la mejilla del menor. Se relajó cuando Roger se apoyó en ella.

Después de una ligera sonrisa, comenzó a acercarse a él.

—¿Puedo? —habló con lentitud y en un tono de voz casi inaudible, mirando sus labios.
—Claro que puedes —respondió unos segundos después el rubio, y ahí fue cuando el mayor apoyó sus cálidos labios sobre los del menor... después de cinco años. Roger abrió un poco sus labios, dándole más espacio.

Brian lo besó con ternura y suavidad, regalándole al rubio uno de sus mejores momentos.

Cuando se separaron, no hicieron más que mirarse, nuevamente, directo a los ojos.

—Ven —Susurró el más. Tomó la mano de Brian, y lo hizo pasar al edificio.

Stars [MAYLOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora