E P Í L O G O

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Dos años más tarde
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Hoy era una fecha importante para la familia Taylor, al igual que para los amigos y conocidos del difunto.

Habían pasado dos años desde que Roger se había ido, y había sido muy difícil para todos.

Sin embargo, no iban a evitar en esta fecha tan especial, ir a verlo.

—¿Ya te vas? —preguntó Lorraine. Antes de que Brian pudiese contestar, Clare tomó el tenedor que se encontraba en la baja mesada— ¡Oye! ¡Baja eso! —le regañó, mientras tomaba a la niña en sus brazos.

Las pequeñas tenían casi dos años. Ya habían crecido bastante, y se movían demasiado. Para sorpresa de todos, habían sido dos; Clare y Luna.

Brian, como prometió, le ayudó bastante en la crianza de las pequeñas.

El rizado rió.

—Estas pequeñas son unas traviesas —dijo.
—¡Hey! —se quejó Luna. La que más hablaba.

Brian revolvió el cabello de la pequeña, y luego la cargó en sus brazos.

—¡Ryan! ¡Bájame bájame! —gritó la pequeña entre risas, mientras el rizado la abrazaba con fuerza.
—Ustedes deberían ir a dormir ya —dijo Lola, dejando a Clare en el suelo y atando su corto cabello en una cola baja— ahora despídanse del tío Brian, que tiene cosas que hacer.
—¡Adiós! —dijeron ambas niñas, y corrieron hasta su habitación.

—Son muy escandalosas —dijo la mujer.
—Lo son... —hubo un corto silencio.
—Gracias por todo, Bri. Suerte —le regaló un corto abrazo y corrió tras las niñas— llama a Lara si quieres antes de irte, pero no olvides cerrar la puerta —el rizado asintió, y tomó el teléfono de la casa para marcarle a su pareja.

—¿Brian? —oyó la voz de la más joven.
—Lara, ¿recuerdas que te dije que tenía algo que hacer hoy, cierto?
—Claro —dijo con alegría.
—Genial. Igual no llego tarde, ¿Si?
—Bien, te espero. Suerte con eso, llámame si necesitas algo —y el rizado terminó la llamada.

Lara había sido su pareja los últimos meses. No llevaban mucho tiempo juntos, claro.

Freddie y John, sin embargo, salían hace un año. Se habían hecho pareja oficialmente. Se veían muy felices juntos.

Brian solía pensar mucho en eso.

Se subió al vehículo, comenzando a conducir. Siempre tenía mucho cuidado al hacerlo, en especial ahora que era de noche. Pasó el viaje en silencio, con la mente en cualquier lado. No quería pensar en el tema hasta llegar a donde quería.

Tardó un rato, pero se pasó volando. Cuando llegó a la esquina, aparcó el coche y se bajó, comenzando a caminar a paso lento hacia aquella terraza que no visitaba desde hace tiempo.

Mucho tiempo.

Subió los viejos escalones. No sabía cómo aún no habían demolido ese edificio, pero le encantaba. Después de todo, tenía recuerdos en ese lugar.
La primera cita, la última... ese lugar que a muchos les parecería estúpido visitar, guardaba muchos recuerdos dentro del chico.

Subió, como siempre, hasta arriba. Pudo observar con claridad las estrellas... algo que en verdad le encantaba. Pero esta vez, centró su vista en una. En su favorita.

—Hola... —dijo en voz baja...— en realidad no sé si me escuchas o no, siento que es estúpido hablarle a una estrella... pero cada vez que la veo, pienso en ti, así que decidí venir aquí a contarte un poco —esbozó una media sonrisa.

Recuerdo que el año pasado intenté hablarte también, pero no podía. Las palabras no salían y yo... solo lloraba. Creo que hoy estoy listo realmente. Desde hace tiempo estoy anhelando poder venir a hablarte, y quería que fuera hoy, en este momento.

Todo lo que tengo para decirte es... wow. Demasiado —rió— Freddie y John están juntos ahora. Es genial, porque ambos parecen estar muy felices a pesar de que peleen. Se la pasan de maravillas juntos, aparte de que Freddie está aprendiendo a cocinar. Eso realmente me sorprende mucho, por que ya no se le quema la comida.

Lorry, por otra parte, tuvo a dos niñas, no a una sola. Ambas son un encanto, aunque sean revoltosas e imparables. Una se llama Clare, tal como tu hermana. Tiene el cabello casataño oscuro y los ojos claros, tal como Lorry.
Luna es más parecido a Tommen, ya sabes. El cabello oscuro y los ojos igual.
Ella se rehusa a encontrar a alguien, dice que está bien sola. Aunque a veces me habla de ti y como tú las proteges a ambas desde donde sea que estes. Es como si... ella supiese que estás cumpliendo tu promesa, que la estás ayudando. Me dijo que te agradezca por todo, y que te extraña. Freddie y John también saben que vendería a verte, y lo mismo dijeron. Todos te extrañan mucho por aquí, en realidad.

Yo... bueno. Es difícil. Estoy saliendo con alguien ahora, Lara. Es una buena chica, estoy seguro.

Pero no sabes lo difícil que ha sido para mí. Afrontar todo esto... se me hizo imposible. Tú le traías color a mi vida, ya sabes.

Y pensar que jamás volveré a verte, simplemente me genera un vacío inexplicable —ahí comenzó a entristecerse— no noté lo importante que eras para mi. Cuando nos separamos, no me di cuenta. Pensé que estarías feliz con alguien más, pero ahora... no puedo creer como te deje ir tantas veces, como no aproveché al máximo nuestros momentos... ya no estás, y lo único que hago es pensar en ti a diario. No te me escapas ni un segundo, todos los días te pienso al menos unas horas. Me gusta recordarte, ver tus fotos, leer tus canciones... de hecho la banda no ha querido seguir sin ti.

Pero ya no importa, porque no pude evitarlo y jamás volveré a pasar tiempo contigo, a admirarte, a escuchar tu voz... nunca más.

Pero eso, Roger, no significa que haya dejado de amarte. Te extraño, y daría mi vida por tan solo verte unos minutos más, ¿Sabes? —bajó la mirada un segundo, pero luego volvió a dirigir su vista hacia la estrella— por mirarte a los ojos, por abrazarte, por besarte... y por haberte salvado. Daría lo poco que me queda por haberte salvado, no te lo imaginas.

Lo lamento. Haberte perdido de esta forma está como mi peor error, y nunca lograré perdonármelo. Debí haber sido valiente, debí haber dejado mis miedos por ti.

Quizás ahora estaríamos juntos, pero siempre seré un cobarde. En especial ahora que ya no estás a mi lado. Perdóname —sus ojos se cristalizaron, y se levantó con lentitud para irse, pero no sin antes pronunciar unas últimas palabras.

Lara puede ser un encanto de mujer, pero tú... —una lágrima se deslizó por su mejilla— tu siempre serás el amor de mi vida.





..."Y cuando las estrellas se alineen, recién ahí podremos estar juntos"...






Fin

Stars [MAYLOR]Where stories live. Discover now