13.Sarada Escapa

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La escena transcurría en cámara lenta, de un momento de estar en posición para pelear pasaron a volar por los aires después de aquella explosión.

Mitsuki hizo lo posible para evitar que la pelinegra se llevará algún golpe y callo de espaldas siendo el que amortiguará la caída de Sarada.

La explosión aturdió a la mayoría causando que se levantarán con dificultad y mareados, gracias a los escombros sufrieron un par de rasguños nada grabé a la vista de la medico ninja peli-rosa, esta aplicaba ninjutsu medico a su muñeca que se había torcido con su caída.

Él chico de mira afilada con cuidado coloco a la Uchiha en el suelo tratando de no lastimarla, en su momento no se dio cuenta de cuanto tiempo se había quedado mirando el rostro de la pelinegra logrando notar varías cosas:
Su banda ninja no se encontraba en su frente dejando completamente suelto su cabello (el cual estaba un poco enmarañado por la reciente pelea), sus pestañas eran largas, aquellas mejillas que lograban pintarse de un tono cálido ahora se encontraban carente de cualquier color y una de éstas tenía un rasguño provocado por el arma, sus labios duraznos estaban pálidos y algo agrietados.

No fue consciente de que su manó derecha había apartado unos mechones de cabello de la cara de su compañera hasta que sintió la mirada penetrante del integrante rubio cenizo del equipo Ino-Shika-Chou.

La mira del Yamanaka era de pocos amigos, después de todo la chica de la cual estaba enamorado estaba siendo observada con tanto anhelo por un compañero suyo.
Eso hasta que noto algo inusual en la pelinegra.

¿Porqué su pecho no subía y bajaba como normalmente lo hacia?

Alzo lentamente la cabeza con una expresión de horror en su rostro, se levantó como un resorte del suelo y corrió hacia el peliblanco y la Uchiha.

Se lanzó de rodillas importándole poco que en el transcurso empujó al hijo del Sannin, éste al instante se reincorporó confundido por la acción del rubio pálido.

-¿Sarada?- llamó angustiado el rubio recorriendo con la mirada el rostro de la joven.

-¡¿Sarada?!- intento nuevamente llamarla mientras la zarandeaba de su hombro izquierdo.

-Inojin, ¿Qué sucede?- preguntó preocupada la Akimichi

-No respira...- contestó en un susurro el Yamanaka.

El chico de mirada azul claro tomó el cierre de la blusa de la chica y tiró de ella en un rápido movimiento, dejando a la vista un top negro que cubría sus pechos y una redecilla en su abdomen.

-¡INOJIN!- Exclamó avergonzado el Uzumaki menor ante la acción de su amigo.

Todas las miradas se postraron en el rubio pálido, las mejillas del chico se prendieron de un fuerte carmín y éste sacudió la cabeza ignorando cualquier pensamiento que no tenía que ver con la situación.
Apoyo su oído derecho en el pecho de la chica buscando aquel sonido que calmará su preocupado corazón.

Bum bum, Bum bum.

Jadeo de sorpresa y felicidad —Su corazón aún late, ¡Sakura!— llamo a la peli-rosa en busca de ayuda.

La ninja médico se posicionó en frente del chico mientras todos los observaban.

—No hay tiempo inicia compresiones en el pecho, no podemos permitir que su corazón deje de latir— ordenó la Haruno incrementando el jutsu para recuperarse

El chico pálido colocó una mano sobre la otra en el pecho de la pelinegra y comprimió dos veces seguidas con un intervalo en cada una.

-Ahora- ordenó la ninja médico.

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