Capítulo 19

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-_____, ¿quieres dejar de hablar de...?

-¿Sexo? Bueno. Pero un matrimonio que funciona bien, tiene que funcionar en la cama, así que tenemos que dejarlo claro. Aunque hacemos el amor varias veces cada noche, por las mañanas me despiertas con un beso y...

-_____...

-Bueno, bueno. ¿Sabes cocinar?

-Las tortillas son mi especialidad -suspiró Luke.

-Estupendo. A ver, un día normal... Yo no sé cocinar, pero digamos que hago unas tortitas estupendas. Y mientras estoy haciendo la mezcla, tú llegas por detrás y me quitas el mandil. Y yo no puedo hacer nada porque tengo las manos llenas de masa, pero...

-¡Por favor! Muy bien, yo hago la tortilla y tú las tortitas -la interrumpió Luke, nervioso.

-Comemos en el mismo plato y nos ofrecemos bocados el uno al otro..._ observando cómo abrimos los labios, como sacamos la punta de la lengua...

-No me hagas esto, _____. 

-Quieres que esto sea creíble, ¿no? 

-Sí, pero...

-De hecho, todo es tan sensual que a veces tiramos al suelo lo que hay en la mesa paró hacer el amor encima. O sobre la nevera, o sobre la lavadora...

Sus palabras eran como caricias. Todo parecía tan natural, tan auténtico. Llevaban todo el día haciendo el papel de marido y mujer y lo estaba hipnotizando con su voz, que rebosaba sexo. Tenía que acercarse un poco para oírla mejor.

-_____... -murmuró, volviendo la cara. Estaban tan cerca que sus labios se encontraron. No sabía cómo había pasado... era como si estuvieran teniendo el mismo sueño.

-Luke...

Era lo que había imaginado; suave, dulce, pero provocativa. Sus labios sabían a manzana y estaba temblando entre sus brazos. Cuando empezó a acariciar sus pechos por encima del kimono, _____ alargó la mano para tocarlo por encima del pijama. En ese momento perdió la noción de realidad. Si no hacía algo, le quitaría el kimono, metería la mano entre sus piernas... y estaría perdido.

¿Qué estaba haciendo? ¿Y Rachel, su novia?

-No puedo -murmuró Luke, apartándose.

La burbuja se rompió también para ella. Todo le había parecido tan normal... estaban jugando a ser marido y mujer y aquel final era el más lógico.

-¿Por qué no? ¿Por tu novia?

-Sí -contestó él-. Estamos prácticamente prometidos.

-¿Prometidos? Eso no me lo habías dicho. Y no besas como un hombre que está prometido.

-No he podido evitarlo. Eres tan... bueno, yo qué sé. Te has echado encima y...

-¿Yo me he echado encima? Eso sí que tiene gracia. Que yo sepa, tú me has metido mano. ¿O es que estabas buscando las llaves?

-Por favor _____, has intentado seducirme deliberadamente.

-¿Que yo...? Sólo estaba inventando la historia para no contradecirnos. Además, has sido tú quien me ha besado.

-No he podido evitarlo. Tanto hablar de sexo y más sexo...

-¿La culpa es mía? No me lo puedo creer -exclamó ella, levantándose.

-¿Qué haces?

-Voy a dormir en el suelo.

-No te hagas la mártir. Puedes dormir en la cama.

-De eso nada. No quiero «tentarte» otra vez. Puede que ronque seductoramente, y entonces te verás obligado a besarme. ¿Y qué diría Rachel? Además, si estás prometido, ¿por qué has aceptado venir conmigo a Copper Corners?

-Porque me chantajeaste.

- ¡Por favor! Tú querías venir, lo vi en tus ojos. ¿Sabes una cosa? Creo que deberías pensarte seriamente tu relación con Rachel. Una casa, un perro y dos niños no te servirán de nada si no estás realmente enamorado de ella.

-Si esto tiene que ver con la tontería del aura, no quiero oírlo -replicó él.

-No tengo que leer el aura para saber que un hombre no está satisfecho -le espetó _____-. ¡Ay!

-¿Qué pasa?

-Me he dado un golpe. Estos cojines resbalan.

-Ven a la cama, no seas tonta.

-Ni muerta.

-Ven o te subiré yo -la amenazó Luke.

-No pienso moverme de aquí. ¿Está claro?

Pero después de quince minutos intentando que los cojines permanecieran en su sitio, _____ decidió que no podía soportarlo más.

En cuanto oyó los suaves ronquidos de Luke se levantó sin hacer ruido y, un segundo después, estaba en la cama. Desgraciadamente, al notar el peso él se dio la vuelta y le pasó un brazo por la cintura. Estaba atrapada, pensó. Pero le gustaba estar tan cerca, sentir su calor. Una pena que despierto fuera tan insoportable.

Aún medio dormido, Luke apretó el cuerpo que estaba a su lado. Rachel parecía más mullidita últimamente, pensó. Entonces su erección empezó a despertarlo. Estaba levantando la mano para tocar un pecho cuando se percató de que el cuerpo que estaba pegado al suyo no era el de Rachel sino el de _____.

La neblina lujuriosa desapareció inmediatamente... para reaparecer un segundo después, cuando ella movió el trasero contra su entrepierna.

Aquello era una locura. Pero le gustaba. Le gustaba mucho. ¿Qué estaba haciendo?

Con cuidado para no despertarla, Luke saltó de la cama y se tumbó en el frío del suelo.

Una farsa de amor [Luke Hemmings] (Terminada)Onde histórias criam vida. Descubra agora