Contra las "J" (#2 Odio a los chicos)

3. Las dos JJ

James Thompson en multimedia.

Sky:

—¿Se te perdió algo, James?.—Pregunto al verlo apoyarse junto a la máquina de golosinas, donde sigo esperando que salga mi barra nutritiva.

No he desayunando en casa esta mañana, así que esperaba tener un desayuno tranquilo al llegar aquí, ahora sabemos que eso es imposible.

—Solo vine a felicitarte, no fue tan malo para una primera vez sobre un escenario.

Lo dice quien nunca tuvo fe en mí.

Mi barrita finalmente cae y me agacho para tomarlo.

—¿Felicitarme, eh? Que irónico.—Hago una mueca y lo observo.—No debió ser nada fácil.

—Al contrario.

Frunzo el ceño y el no mide su distancia, se atreve a acercarse a mí.

—¿No crees que debamos superarlo y ya?.—Me señala.—Que lo superes tú.

Fuerzo una sonrisa.—¿Habia algo que superar?

Sus ojos se abren y lo he tomado muy desprevenido.

¿Qué esperaba?

¿Qué le llorara por siempre?

—Solo vine a felicitarte, no es necesario que seas grosera.

—Grosero fue lo que tú me hiciste.—Le interrumpo y su ceño se frunce.—Grosero y bajo fue que me engañaras con la conejita que tienes de novia.

Se queda sin habla, pero a lo largo sonríe como si hubiera ganado un campeonato.—Creí que lo habías superado.

Mierda.

—Lo hice.—Genial, ahora no parece creerme.—Solo me parece hipócrita llamarme grosera a pesar de los antecedentes que te manejas.

—No tenía idea de que una infidelidad me condenaría en una celda.—Bromea.—Debi haberte afectado bastante.

No pienso perder ni un minuto más con este tipo, lo rodeo, pero como siempre solía hacer para retenerme, me toma del brazo acercándome a el.

—Suéltame, James.—Exijo.

—Si te afecte bastante.—Dice lleno de ego y su sonrisa crece de lado, se burla de mi.—¿Una maldición con la J? ¿Cuántos años tienes?

Como si hubiera sido el único chico con la letra maldita que me decepciono, sin embargo si fue el peor de todos.

Me safo de su agarre y me aparto de él, tengo ganas de golpearte, r, suspira recorriendo con su mirada.

—Tú cabello rojo sigue igual de precioso. —El vuelve a sonreí y yo frunce el ceño.

El timbre de la primera hora se escucha.

—Nos vemos luego, Sky.