Skyler Harrison tiene una regla fundamental a la hora de involucrarse con un chico y es que esta terminantemente prohibido que sus nombres lleven la letra "J".
Mujeriegos , Egocéntricos, Narcisistas , Impulsivos , todos resultaron ser iguales.
Cada...
Mis pies no dejan de moverse a pesar que tengo una mano sobre mi rodilla y estoy sentada en la sala de espera junto a Jaiden.
Estoy nerviosa, aunque también feliz porque la bebé por fin decidió venir a este mundo.
—Sky...
Aparto la mirada de la puerta y me vuelvo hacia Jaiden, todo mi cuerpo siente una descarga cuando coloca su palma sobre la mía, mis pies dejan de moverse y a cambio, mi corazón comienzan a acelerarse.
—Todo estará bien.
Entrelaza nuestros dedos y acepto su muestra de afecto, recuesto mi cabeza en su hombro muy despacio y aprieto nuestra manos, permanezco así hasta que siento sus labios dejar un pequeño beso en mi cabeza.
Me aparto y cuando me giro mi rostro se encuentra muy cerca al suyo, el me da una mirada fuerte y mis ojos se cierran mientras acerco mi cara a la suya, pero resulta ser solo un pequeño roce de labios.
—¿Familiares de Paula Harrison?
Suelto la mano de Jaiden y me pongo de pie.
—Yo.. ella es mi madre... ¿ha salido bien de..?
El doctor me sonríe.—Ella se encuentra bien... ¿Quieres acompañarme?
Me giro hacia Jaiden y el asiente con la cabeza.
—Si.
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—Es muy hermosa.. ¿No lo crees?
Estuve con mamá hasta que papá llego unos minutos después, no discutieron, así que tome la oportunidad para ver a la bebé en la incubadora y Jaiden me acompaño.
Me acerco a la vitrina cuando veo a mi hermanita hacer un gesto con los labios.
—Creo que quiere cantar.
Jaiden ríe.
—No me sorprendería.—Dice y me vuelvo hacia el.—Esta en las venas.
Hago una mueca débil y me vuelvo hacia ella.
—Y si, es muy hermosa.
¿Qué bebé no lo es?
—Además tendrá tu cabello rojo.
—El de mamá y el mío.—Vuelvo a sonreír.
Jaiden guarda silencio por un momento hasta que se gira en mi dirección.
—Sky...
Con el corazón acelerado, pregunto.—¿Si?
El baja la mirada y la sube al instante.—Sera mejor que me vaya.
El corazón se me aprieta.
—Tu padre podría venir y..
Asiento apretando los ojos y me rasco la punta de la nariz.
—Sí, tienes razón..
—Entonces me iré.—Asiente.—Adiós, Sky..
También asiente con la cabeza y lo veo marcharse hasta doblar el pasillo, cuando desaparece por completo contemplo a mi hermana pelirroja una vez más.
—¿Qué crees que debo hacer?.—le pregunto a mi hermanita como si ella fuera capaz de responderme.
Las enfermeras llegan y me dicen que acabo el tiempo y es hora de que otra bebe conozca a sus familiares, lo acepto y me despido, ella cierran la cortina y yo me alejo cuando un grupo grande viene a ver a través de ellas.
Entonces mis pies solo se detienen.
¿Qué carajos haces?
Observo al frente y mis pies se mueven por si solos hasta entrar en cuenta que ya estoy corriendo, sigo la ruta más rápida para llegar a la salida e incluso me detengo en uno de los puentes del segundo piso, veo Jaiden en el primero pero por más que grite su nombre no me escucha, recibo un regaño sobre que no debo hacer ruido en el hospital, me disculpo brevemente y corro hacia el primer piso.
—¡Jaiden!
Ya estoy fuera del hospital, pero lo he alcanzado.
Sus pies se detienen y permanece en silencio delante de mí por un breve tiempo, entonces se gira y sus ojos me ven.
Trato de mantener la respiración y me acerco a él.
—Hola.
—Sky... ¿Qué?
—No hables.—Le pido.
Le tomo de la camiseta y estampo mis labios sobre los suyos, es un beso suave y lleno de sorpresa de su parte hasta que se da cuenta que realmente lo he hecho, entonces envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me besa de verdad, su lengua toca la mía y la sensación es igual que antes, Jaiden me besa como si se tratara de la última vez o así lo siento.
Agitada me aparto de él y Jaiden está igual.
Le sonrio y también lo hace.
—¿Qué ha sido eso?
—Te lo debía y he querido hacerlo toda la noche.—Respondo honesta.
Él me sonríe despacio, pero poco a poco esa sonrisa se cae, solo nos quedamos ahí mirándonos mutuamente y con no más que el ruido del tránsito a las afueras del hospital.
Jaiden coloca un mechón detrás de mí oreja y sus ojos brillan al mirarme, me da un último beso suave y se aparta para mirarme detenidamente, como si me quisiera grabar en su memoria por siempre y entonces dice esas palabras otra vez.
—Nunca dejes de cantar, Sky.—Me pide antes de marcharse, tiene una enorme sonrisa en su rostro.
Yo también sonrio.
Si esta era una despedida, no se sentía como una.
—Nunca lo hare.
Pero si lo era, me alegra que fuera de la manera correcta.
Y sin rencores.
Hola..
Jaiden y Sky tuvieron la despedida que merecían.
Nos leemos en el ultimo capitulo de esta historia, el epilogo.
