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-¡Jimin, pásamela!-dijo Tae y este hizo caso. -¡Kookie, centro!-rebotó la pelota en el suelo y Jungkook la tomó, para dar un rebote y hacer un limpio clavado, del cual se quedó guindando tierno por unos segundos, hecho bolita.

-¡Bien! Empate, hyungs, ¿ahora quién gana?-exclamó Jimin alegre.

-Jugaron bien, igual se merecen sus helados. ¿Qué opinan ustedes, chicos?-dijo Hoseok, sonriéndole a sus dos amigos.

Estaban en la cancha de un polideportivo jugando baloncesto, híbridos contra hyungs. Quien ganara debía decidir qué tener, a lo que los híbridos pidieron helado.

-Creo que esa última jugada fue justa, así que vamos a la heladería.-terminó por sonreír Namjoon para los seis dirigirse a la heladería más cercana.

Todos estaban sudados y agitados, algo cansados por haber jugado toda la tarde. Yoongi estaba concentrándose en no ver las gotas de sudor que goteaban del cabello de su conejo.

-Bien, todos elijan su sabor y luego yo pago.-dijo Hoseok con una sonrisa.

-Gracias, bro.

-Gracias, Hobi.-dijo Jimin y así todos agradecieron.

-Cereza explosiva.-dijo Jimin. Desde que probó aquel helado se había enamorado del sabor, sobretodo porque lo probó de la boca de su hermoso dueño. Hoseok sonrió orgulloso.

-Yo de limón, por favor.-pidió este y ambos recibieron sus helados.

-¡Chocolate! -chilló Tae, para recibir una mirada tierna por la chica que atendía.

-Que sean dos.-y así pasaron ambos, dueño e híbrido.

-¿Kook, cuál quieres?-preguntó Yoongi, volteando a ver a su híbrido, pero este no contestó. Se veía en trance, como en su mundo, y algo pálido. -¿Kook, te sientes bien?

-¿Ah? Oh, claro hyung. Yo de vainilla y galletas.-dijo sonriendo y tomando su helado para avanzar por el mostrador. Logró convencer a Yoongi de que estaba bien. Igual no era la gran cosa, solo un simple mareo. Ya se le pasaría.

-De café, gracias.-recibió el mayor su helado y se fue con todos, así fueron caminando a casa.

•••

-¿Jugamos cartas? Pueden quedarse si quieren. Hay habitación de invitados y alguien puede dormir en el sofá de la sala. -dijo Hoseok llegando a la casa.

Todos entraron alegres, ya habiendo terminado su helado.

-Ya veremos eso luego, hyung, ahora saca las cartas.

***

-¡Eso es trampa!-exclamó Taehyung, replicando que Jimin había visto sus cartas.

-No he visto nada, niñato. Ya deja de chillar y juega.

Todos rieron. Llevaban un buen rato jugando un juego de estrategia y se divertían mucho. Yoongi estaba concentrado en mirar la mesa, hasta que sintió como su manga derecha de la camisa era tirada hacia abajo dos veces en forma de llamado.

-H-hyung...-Yoongi volteó alarmado al escuchar la voz tan quebrada y débil del híbrido. N-no me siento muy bien...-susurró y Yoongi abrió sus ojos como platos al ver las mejillas del menor rojas y sus labios pálidos, a diferencia del color rosado que solían tener.

-¿Qué pasa, Kook? ¿Quieres dormir?-fue lo primero que se le ocurrió preguntar en su torpeza.

El pequeño asintió.

-Llévalo al cuarto de Jiminie, él dormirá conmigo.-dijo Hoseok, todo tornándose algo serio por el momento y Yoongi asintió para ayudar al conejo a subir.

-Ven, acuéstate aquí, Kook.-el híbrido hizo caso y Yoongi le puso la cobija encima.- ¿Por qué me mentiste en la heladería? Si te sientes mal por algo debes decírmelo, Kook.

-No quería preocuparte, hyung.-dijo el menor triste, con las orejas hacia abajo y sintiéndose algo frágil.

-Siempre que algo se sienta feo o que no te guste, te duela o te sientas mal, dime, pequeño. Jamás me molestará saber cómo estás.

-P-pero no siempre puedo hacerlo... Si siempre que quiero un abrazo y no me lo das te digo que estoy triste, según lo que he leído, es manipular y estaría mal. Está bien, hyung, no debes preocuparte.-dijo sonriendo un poco, a lo que Yoongi se maldijo por enésima vez. Sí que era una mierda de cuidador.

-Lo siento, pequeño, lo siento mucho.

-Está bien, Yoongi-hyung, ya me acostumbré.-dijo finalmente para acurrucarse más entre las sábanas y abrir sus ojitos, viendo fijamente los de su hyung y viceversa.

Yoongi analizaba la mirada del conejo, el brillo que había en sus ojos al verlo, sus mejillas ahora rojas, su piel lisa y suave...

De pronto se vió sumido tan profundo en sus pensamientos, que ya no podía quitar su mirada del híbrido. Su mirada fue a parar en los labios de este, que estaban algo mordisqueados probablemente por Jungkook mismo. Tenía esa manía desde pequeño.

Ya no era un pequeño...

Yoongi se vio tentado a acercarse, a juntar sus labios con los brillantes y rotos del híbrido, a saborear ese ligero dulce que quedó en sus propios labios la vez que el menor le robó un beso en el parque, pero no podía hacerlo.

Jungkook era solo un niño, por más que fuese atractivo, por más que tuviese una voz grave arrulladora y que fuese jodidamente sexy. Él no podía hacerlo, porque se estaría aprovechando de su inocencia.

Así que sin más, se alejó y se sentó en la otra esquina de la cama, siendo seguido por la mirada del otro y haciendo que este soltara un suspiro.

-Te acompañaré hasta que te duermas.

-No gracias, hyung, creo que prefiero estar solo ahora. -susurró entre decepcionado y débil.

-No quiero dejarte solo así, Kook. Yo...-interrumpido.

-Siempre huyes, Yoongi-hyung, por favor, hazlo ahora también. Solo di que ya estoy dormido.-dijo y se volteó sobre sí para cerrar sus ojos.

-B-bien, estaré abajo si me necesitas, supongo...-no recibió respuesta. Salió de la habitación cerrando detrás de sí y se fue al baño, para lavar su rostro y secarlo bruscamente. -Ghaaaghhh!!!-exclamó en un volumen decente para respirar hondo y verse al espejo. Imágenes de Jungkook venían a su cabeza como si lo estuviesen atacando con una metralleta y no sabía cómo reaccionar.

Se estaba volviendo loco, oficialmente...

Sisisiiii... ahora sí, decreto esta historia como comenzada oficialmente.

Lxs amoo💜💜💜

Kei⚡️🍪•~

Kookie Bunny•~ {Yoonkook/Kookgi}✔️Onde histórias criam vida. Descubra agora