El hijo de un abogado |SasuNaru|

Capítulo 59; Un nuevo comienzo.

Sasuke Uchiha es un aclamado abogado de 33 años. Nació en la prestigiosa familia Uchiha, vive en Tokio junto a su esposo Naruto Namikaze (31 años), su hija Sarada (15 años), el doncel Boruto (13 años), y su hijo varón Sora (6 años).

Su padre, Fugaku Uchiha, había fallecido alrededor de dos meses atrás y era aquel que le había enseñado que el ser abogado iba mucho más allá de solo cerrar casos. Su madre, Mikoto Uchiha, era una valiente mujer que siempre había estado pendiente de sus hijos y ahora era una de las encargadas de una fundación en convenio con el hospital Senju dedicada a personas con cáncer. Su hermano mayor Itachi ahora se dedica a administrar tres de las cinco empresas familiares mientras no haya trabajo de campo en su trabajo como policía, y junto a su cuñado llamado Deidara crían a sus sobrinos, Daisuke y Haru.

En cuanto a la familia de su esposo Naruto, su suegro Minato Namikaze es un agente del FBI retirado, su suegra Kushina sigue rockeando en las pasarelas con sus diseños que marcan inigualables tendencias. Su cuñada Karin, casada con su mejor amigo de la infancia, Suigetsu Hozuki, tienen un hijo llamado Kai, y ambos se dedicaban a la editorial Namikaze junto a su rayo de sol, Naruto Namikaze.

Naruto había sido aclamado por ser un gran actor y durante la premier de la película, Sasuke Uchiha había pedido la mano de el que ya era su esposo frente a todo el mundo. Las noticias de que habían adoptado a Sarada y Boruto no se hicieron de esperar, así como que tenían un hijo.

—¡Sora! —Ahí estaba el valiente doncel rubio de 31 años, gritándole a su valiente hijo varón de 6 años—. Te he dicho ya que no corras por los pasillos-ttebayo. ¡Te vas a cae-!

—Se cayó, más bien —Ese era el valiente varón Sasuke mirando a su hijo varón Sora cayendo de trasero al suelo y seguido de eso, a su doncel Naruto, segundos antes de echarse a reír—. ¿No crees que es algo grande para que le digas que se va a caer si corre por los pasillos recién encerados?

Naruto lo miró con seriedad.

—Tú a cada rato le dices que no coma ramen porque le van a dar lombrices-ttebayo —se defendió.

—Hasta ahora no le han dado —se encogió de hombros, Naruto solo rodó los ojos.

—Eso es porque el ramen no da lombrices-ttebayo, no porque te haga caso —Dicho esto, el rubio le picó la nariz, y Sasuke se quedó petrificado. Naruto, al darse cuenta, apartó la mano y desvió la mirada sonrojado.

Aquel gesto era algo muy suyo, de sus buenos tiempos, y es que a pesar de que tenían cierta libertad en cuanto a expresar sus sentimientos -más Sasuke-, aún era incómodo luego de tres años sin verse, una infelidad y dos hijos de por medio de los que no sabía Sasuke, el mayor de los niños no sabiendo ni siquiera Naruto. Claro que para ser una pareja promedio su regreso había sido rápido, quizá todo radicaba en que no eran una pareja promedio y ya.

—Eh —Sasuke carraspeó al notar la incomodidad en la cocina de su nuevo hogar, hogar que habían comprando alrededor de una semana atrás, y actualmente compartía con dos terremotos andantes y una adolescente medio emo—, llama a los niños que la comida ya.

—¿Qué?

—Idiota.

—¡¿Ah?! ¡Pues tú más, teme!

Boruto se quedó en silencio, ni siquiera había cruzado la puerta a la cocina.

—¿Otra vez lo hacen de nuevo? —preguntó Sora detrás de las piernas de Boruto.

—Es lo normal en ellos —aseguró Sarada cuando pasaba por el pasillo, miró entonces a Sasuke y a Naruto que discutían como niños pequeños—. Demasiado normal —suspiró, mientras seguía leyendo el tomo que le había regalado Takeshi la vez pasada. Era algo muy surreal. Una pareja se separaba durante siete años y luego volvían juntos como si nada hubiera pasado.