ShinKami Week 2019 - [BNHA]

• Día 4 •

Kaminari estaba comportándose de forma demasiado extraña.

Bueno, no es como si aquello fuese algo anormal. Kaminari era una persona extraña todo el maldito tiempo. Tomar helado de menta granizada. Preguntar si los Pokemon eran animales ya extintos. Confundir Suiza con Suecia. Creer que las nalgas de All Might Kardashian no estaban operadas.

No es como si Shinsou fuese el mejor eligiendo novios. Quizá él era extraño, también.

Pero sacando de lado todas las rarezas que hacían especial a Kaminari —tan especial como amar los días lluviosos y comer Nutella—, no se podía negar que últimamente... bueno, que estaba más raro de lo normal.

Como si algunas de sus neuronas restantes hubiesen terminado de hacer cortocircuito.

O como si siguieran funcionando a duras penas... como esos focos que titilan por horas hasta que finalmente han decidido que deberían dejar de funcionar.

Así de raro y extraño.

Y, con alguien como Kaminari Denki, eso era decir mucho.

Pero, ¿por qué diría Hitoshi eso sobre su tan precioso y adorable novio desde hacía poco menos de un mes atrás?

Bueno... tenía muchas pruebas y cero dudas para creer que Kaminari terminó de hacer cortocircuito.

—¿Qué diablos contigo? —inquirió Shinsou de repente, una tarde en el cuarto de su novio.

Kaminari, que había estado demasiado pensativo, levantó una ceja, curioso. Estaban ambos acostados sobre su cama —el rubio contra el pecho de Shinsou, jugueteando silenciosamente con uno de sus mechones color índigo.

¿Desde cuándo Kaminari no se encontraba parloteando a mayor velocidad que la luz?

—¿Huh? —preguntó Kaminari—. ¿Qué hice ahora? ¡Solo estaba pensando!

Shinsou se llevó una mano a la cadera, y su ceño se frunció más que el trasero de Midoriya cuando usaba su quirk.

La historia de por qué Shinsou conocía esos detalles... era mejor no preguntarla.

—Exactamente eso —Shinsou contestó—. ¡Estás pensando!

—¡Hey! —Kaminari se levantó de su lugar en la cama en la que habían estado acurrucados segundos atrás—. ¡Yo también puedo pensar...!

—Kaminari, tú mismo anotaste "pensar" en letra mayúscula cuando Aizawa nos hizo completar esas fichas con cosas que nos gustan, y las que no...

Su novio hizo una sonrisa temblorosa. Shinsou era muy bueno leyendo a las personas —su quirk lo requería—, y no es que Kaminari fuese un chico malo y misterioso de una novela juvenil para mujeres.

Reprimió una sonrisa. Ya casi lo tenía. Pronto descubriría qué pasaba... y sin necesidad de pensar en usar su quirk.

Jamás se hubiese atrevido a usarlo en Denki, después de todo.