La puerta se abrió lentamente
Al observar por la mirilla quién era, ocasionó una increíble pelea de sentimientos en mí. Pero, al final, decidí enfrentar al objetivo.
Frente a mí estaba Marián, la chica nueva en el vecindario y de la que, casualmente, estuve enamorado por casi cinco años.
— ¡Hola! No sabía que vivías aquí —dijo. Sus ojos miraban fijamente los míos.
No sabía qué hacer. No dije nada. Acerqué el balón hacia ella para que lo tomara, pero la chica no se percataba. Me estaba mirando aún.
¿Qué haces? Deja de mirarme.
— ¿Te comió la lengua el ratón? —agregó, pero esta vez con un tono divertido.
Miró el balón y lo tomó. Aún sonreía por su último comentario.
La puerta se cerró
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Ser Diferente ≠
RomanceNo es fácil ser la persona ideal, realmente. Sientes ese miedo profundo de ser rechazado por quien tanto has amado... Ese miedo, ese temor eterno. No quieres perderla, está claro que no. Quieres tenerla para ti. Quieres que te acepte tal cual eres...
