XXVIII - 🍥

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El día siguiente después de la reunión en casa de Marcos, me dejó un sabor agridulce. En la parte positiva porque la conexión que surgía entre Marián y yo cada vez estaba más alta, y todo gracias a que mi inseguridad se ha ido curando. Pero negativa porque quería dar un paso más e invitarla a cenar. 

Me encontraba en mi cama, acostado, pensando en qué me tiene preparado el destino. ¿Qué ocurrirá entre Marián, Marcos y yo?

Se oyó el balón de kickball caer de nuevo al patio

Hice el mismo trayecto de siempre, cuando el dichoso balón caía en la parte trasera de mi hogar. Me paré frente a la puerta cerrada, esperando a que una voz llamara para poder entregárselo. La voz era femenina... y era de Marián.

     —Se me cayó el balón, ¿podrías pasármelo? —dijo, imitando la voz de una niña pequeña. Yo me carcajeé. — ¿Por qué nunca sales de tu casa?

Ser Diferente ≠Where stories live. Discover now