Capítulo 3: ¿Me estás llamando imprudente? ✅

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"No dejes que tu situación actual, determine tu destino final."


Estacionó el coche a varios metros del lugar donde indicaba la ubicación que Regina le había enviado por mensaje la noche anterior. Miró a su alrededor y localizó un aparcamiento más cerca, pero lo había hecho a propósito por seguridad. Quería observar el lugar mientras caminaba, buscando algún movimiento extraño o a alguien que pudiese ser el desconocido acosador de la castaña que ya lo esperaba.

La vio parada en la puerta de aquella heladería que era imposible no conocer, era la más famosa de Madrid y una de las favoritas de Martina. Fue inevitable no acordarse de la cantidad de veces que le había pedido llevarla a aquel lugar donde servían los helados artesanos más ricos de la capital.

Miró a su alrededor, memorizando en su cabeza cada mínimo detalle que pudiera serle útil, pero sobre todo vigilando a las personas que caminaban y los coches estacionados a lo largo de la calle. 

—No debería sorprenderme tu puntualidad —Escuchó su voz y giró para mirarla, encontrándola frente al mostrador de helados que estaba en la entrada de la heladería—. Las cuatro en punto.

—Tengo la costumbre de llegar puntualmente a mis citas —Pudo sentir que lo miraba con una ceja alzada, entrecerrando los ojos como si estuviera molesta—. Sobre todo, en las de trabajo —aclaró sin saber exactamente el motivo.

—Ya veo —Lo observó unos segundos y después clavó su mirada sobre los helados del mostrador que estaba junto a ellos—. ¿Qué te apetece tomar? Definitivamente yo elegiré el de yogur con frutos del bosque.

—Estoy seguro de que será delicioso, pero no quiero nada. Gracias.

—Alonso, por favor, ¿me vas a decir que no te gustan los helados?

—Estoy trabajando —le recordó, pero ella rodeó los ojos soltando un bufido.

—Pues siento que, si la intención de quedar aquí era mostrar lo contrario, con tu actitud, no lo estás consiguiendo —Sus palabras lo dejaron perplejo. ¿Esa mujer estaba criticando su forma de ser mientras trabajaba? —. Buenas tardes, ¿me pone uno de yogur con frutos del bosque? —pidió a la dependienta, ignorándolo.

—Enseguida. ¿Y para el señor? —La anciana mujer de cabello blanco, que acababa de atender a la castaña, se dirigió a él.

—Para el señor uno de limón —respondió ella—. Le gusta lo ácido —La señora le sonrió —porque así es él —concluyó en voz baja, pero logró escucharla quedando boquiabierto.

—Enseguida se los sirvo. ¿Lo tomarán aquí?

—Sí, muchas gracias —La vio alejarse hacia el interior del local, aún sin poder asimilar lo que acababa de decirle.

Tomaron asiento en una de las mesas del fondo, escogiendo su lugar para no perder de vista la puerta de entrada mientras que ella se sentó justo a su lado. La mujer que los había atendido minutos antes les sirvió los helados, deseándoles buen provecho y retirándose para dejarlos a solas.

—Bien, entonces cuéntame cómo fueron esas llamadas que me dijiste por teléfono —comenzó la conversación, esperando que le diera el mayor número de detalles para poder continuar con su investigación.

—No hay mucho más que contar que lo que ya te dije. Me llamó dos veces a mi número personal, pero no habló, y otra vez llamó a la oficina de mi mánager preguntando por mí. Colgó apenas le preguntaron su nombre y le dijeron que no me encontraba.

—De acuerdo —Lo pensó por algunos segundos, maldiciendo porque eso no lo ayudaría en nada a avanzar—. Necesito que me dejes tu móvil —Extendió la mano, pero ella frunció el ceño.

Pequeña Tentación #BilogíaTentaciónTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang