Capítulo 25: Quiero saber más de ellos ✅

141 15 27
                                    

"Qué bonita la vida cuando te manda a las personas correctas en el momento perfecto."


Había intentado entretenerse de todas las maneras imaginables durante las dos horas de trayecto que llevaban, pero sus nervios eran más intensos a cada minuto que pasaba. Intentó cantar con la radio del auto puesta, escuchar música para relajarse, incluso leer o entretenerse en estudiar para la audición de un posible nuevo proyecto. Pero nada funcionaba...

Sentía la tranquilidad de Alonso que manejaba completamente sereno y pendiente de la carretera, sin dudar ni un solo segundo del rumbo que debía tomar. Pero ella era un manojo de puros nervios y es que en poco más de dos horas iba a conocer a toda la familia del rubio que, al parecer, era bastante numerosa.

Ese día era el cumpleaños de su madre y podía sentir su emoción porque sabía cuánto es que adoraba a su familia y lo importante que era para él. Según había podido sonsacarle, llevaba varias semanas sin verlos porque estaban de vacaciones en el lugar a donde se dirigían.

—Alonso —llamó su atención.

—¿Sí? —respondió enseguida sin apartar la vista de la carretera.

—¿Es en serio que va a estar toda tu familia? —Él asintió por tercera vez—. Pero ¿quiénes son toda tu familia?

—Mis papás y mi hermana —enumeró en primer lugar—. Seguramente mis tíos y primos y las parejas e hijos de algunos de ellos, porque no todos tienen familia. También tengo primos menores —aclaró—y no pueden faltar mis abuelos.

—¿Tus abuelos? —preguntó sintiendo que sus nervios aumentaban—. No tenía idea de que tus abuelos vivían.

—Mis abuelos paternos sí, los padres de mi mamá murieron hace años.

—Lo siento, amorcito —Se inclinó hacia él y besó su brazo viendo como una pequeña sonrisa lo obligaba a curvar sus labios—. Es que ¿viste el motivo de mis nervios? Se supone que somos novios desde hace semanas y tú conoces todo de mí, hasta la lencería que uso —Escuchó su carcajada y pudo sentir que la miraba de reojo con una sonrisa maliciosa.

—Eso es lo que mejor conozco de ti, tesoro —admitió con voz ronca, haciéndola reír a ella en esa ocasión.

—Ya, Alonso, ponte serio —lo regañó con diversión—. Necesito que me cuentes todo sobre tu familia porque voy a llegar ahí y ni siquiera voy a saber quién es quién.

—Yo te los voy a presentar como tú lo hiciste cuando fuimos a México —Trató de restarle importancia ¡Por qué no entendía la gravedad de aquello!

—Eso ya lo sé, pero necesito al menos saber sus nombres, a qué se dedican ¡es que no conozco nada de tu familia! —exclamó desesperada.

—Tranquila, tesoro, que me tienes conocer a mí, no a ellos. Y, en todo caso, ahora los verás.

—Bueno, como sea —continuó con el tema cuando él intentaba restarle importancia y zanjarlo—. Quiero saber más de ellos.

—Está bien —Lo escuchó suspirar ante su insistencia—. Dime qué quieres saber.

—¿Cómo se llaman tus abuelos? —Era la pregunta con más importancia que tenía en su cabeza porque, luego de su hermana y sus padres, ellos eran las personas más importantes en su familia.

—Como ya te expliqué solo viven los padres de mi papá —comenzó sin dejar de ver la carretera—. Mi abuela se llama Ana María y mi abuelo Antonio.

—Además de tu papá, ¿tienen más hijos o hijas? 

—Sí, tienen otra hija, mi tía Vanessa —respondió con paciencia—. Ella está divorciada desde hace tres años y tiene tres hijas, yo soy el mayor y el único nieto varón de mis abuelos paternos.

Pequeña Tentación #BilogíaTentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora