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—¿Jimin?

El Omega gruñó, metiéndose más en el cuerpo del Alfa.

Después de un rato cuando creyó que se dormiría de nuevo, sintió una lengua en el lóbulo de su oreja tratando de chupar. Jimin rápidamente dio un brinco en la cama y miró a YoonGi con ojos acusadores.

—¡Déjame dormir!

YoonGi rió.—Yo me siento con tanta energía... ¿por qué tú no?

Jimin entrecerró los ojos.—Estuvimos hasta la madrugada, YoonGi, estoy muerto de sueño.—puchereó.—Quiero dormir, vamos, ven aquí conmigo.

Cuando se disponía a acostarse nuevamente, YoonGi se levantó de la cama.—Nop,—dijo con una sonrisa.— Deben ser las 9 de la mañana, muero de hambre.

Jimin dejó de fruncir el ceño a tener una cara preocupada, algo en él le decía que tenía que alimentar a su Alfa pronto, por lo que todo el sueño que tenía se disipó y se levantó en la cama, no queriendo tocar el piso frío y se quedó viendo a YoonGi.

El Alfa emitió un ronroneo coqueto, acercándose a su pareja, mirándolo un poco desde arriba ya que Jimin estaba parado en la cama.—Ven aquí.

Fue casi ridículo la rapidez con la que el Omega se lanzó a YoonGi, pero si no fuera porque el lazo estaba muy reciente, le hubiera importado.

Jimin abrazó a YoonGi por el cuello, el Alfa tomó las caderas del menor para acercarlo y que Jimin no tuviera más opción poner sus piernas al rededor de YoonGi.

La pantera fue directamente al cuello del menor, viendo la rosada marca que estaba cicatrizando. Dejó una amistosa lamida y se acercó a oler el delicioso aroma que juntos habían creado.

Escucharon un sonido en el pasillo y ambos se miraron, agudizando el oído.

—¡Oh por Dios, Jungkook! ¡huele a sexo!— gritó Taehyung.—¡Voy a salvar a mi pequeño hermanito de las garras de ese feo gato!

Jimin y YoonGi se miraron con confusión. Los pasos de Taehyung se estaban acercando cuando pararon en seco, y escucharon un jaloneo.

—Taehyung, ayudame a empacar, dejalos en paz.— pidió Jungkook.

—Tú lo dices porque no es tu hermano Omega menor.—acusó.

Luego se escuchó un silencio y algunos jadeos.

—Vamos.— dijo Taehyung, y ambas voces desaparecieron. Jimin y YoonGi rieron al imaginar lo que probablemente sucedió.

—Vamos a bañarnos, precioso Omega, quiero renovar esa marca de nuevo.— sonrió.

Jimin iba a caminando a la universidad, a duras penas YoonGi lo dejó ir, no quería que saliera ni a su casa, pero el menor tenía responsabilidades, y aunque quisiera estar todo el día arrullando a YoonGi a pesar de que pasó su celo o ser arrullado...

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Jimin iba a caminando a la universidad, a duras penas YoonGi lo dejó ir, no quería que saliera ni a su casa, pero el menor tenía responsabilidades, y aunque quisiera estar todo el día arrullando a YoonGi a pesar de que pasó su celo o ser arrullado él, tenía que ser responsable.

El Cisne y la Bestia Negra {YoonMin} [Omegaverse]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon