La seducción de Stark (Stony)

7. El primer entrenamiento

Al siguiente día, sintiéndose completamente recuperado y muy motivado, Tony se levantó muy temprano para tomar un desayuno ligero y hacer calentamientos previos para comenzar con el entrenamiento. Fue el primero en llegar al campo abierto destinado para las clases y cuando sus compañeros comenzaron a llegar al lugar, se mostraron por completos sorprendidos.

-Creímos que el señor Stark jamás se dignaría a aparecer en los entrenamientos -se burló Bruce cuando se acercó y lo saludó con un fuerte abrazo.

-No es nada tonto -dijo Nat dándole un beso de buenos días en la mejilla-, jamás se perdería la maravillosa vista del capitán en acción.

-Independiente de eso -interrumpió para apartar las burlas y concentrarse en la misión de ese día-, hoy me siento generoso, mostraré todo lo que tengo que aportar como Iron Man, así que aprovechen este momento de benevolencia.

Escuchó las risas de sus amigos, a la vez que Jarvis le hablaba por el intercomunicador avisándole que un agente los estaba espiando en las sombras.

-Creo que al final no fuiste capaz de estar sola, ¿no es así, agente Romanoff? -Preguntó enarcando una ceja a su amiga que dejaba de reír para mirarlo con confusión- Tu ave de mal agüero nos está observando desde lejos, ¿debo desplegar la Legión de Hierro para sacarlo de su nido?

-Déjalo en paz -Nat se cruzó de brazos mirándolo con suficiencia a la vez que pudo distinguir a un grupo numeroso salir del edificio y dirigiéndose a ellos-, él también nos ayudará con el entrenamiento, pero a su manera.

Tony miró brevemente al tumulto de gente. Al frente caminaban Fury y Steve para dirigirlos, tras ellos estaban Rhodey y Sam con una expresión inusual. Al parecer habían sido contagiados con la seriedad del Capitán América.

-Me ofende el afecto con el que te expresas de él -habló un poco más alto para que Steve fuera capaz de escucharlo-, creí que era el único en tu vida, y ahora me doy cuenta de que soy solo un juguete para ti.

-Un juguete caro -habló su amiga pellizcando su mejilla con una gran sonrisa llena de cariño-, y mi favorito de toda la vida.

La sensual chica se paró de puntitas para darle un ruidoso beso en la mejilla y casi al mismo instante, el comandante de Shield saludó con voz firme y cortante. Tony regresó el saludo con un asentimiento para después mirar a Steve quien llevaba un conjunto deportivo gris bastante entallado para esa musculatura tan pronunciada. El capitán lo miró de pies a cabeza con un sentimiento que no sabía como interpretar y después lo vio girarse para observar a los agentes.

Nat lo abrazó por la cintura y Tony correspondió colocando un brazo sobre los delgados hombros de su amiga mientras Fury daba las indicaciones del entrenamiento de ese día.

-El capitán ya es tuyo -susurró Nat con una sonrisa traviesa y Tony tuvo que agacharse un poco para que los demás no los escucharan secretearse-, todos estos días ha usado ropa deportiva suelta y aburrida, sin embargo, hoy lleva ese conjunto tan entallado, Casi puedo asegurar que no lleva ropa interior.

Tony se lamió los labios con perversión logrando una suave risa de su amiga. Si esa información resultaba ser cierta podría valer más de lo que Nat pensaba, eso quería decir que Steve comenzaba a coquetearle de manera indirecta y resultaba excitante imaginar qué pasaría después.

Cuando Fury volteó a verlos para darles sus propias instrucciones, se obligó a concentrarse en llevar a cabo su plan. Debía demostrar toda su capacidad de superhéroe dejando por completo su forma egoísta de ser. Quería demostrarle al capitán todo su potencial y otra faceta de él; pasar de caliente a frío de vez en cuando para mantener su atención y enredarlo cada vez más hasta que ese frío hombre se dejara llevar por su seducción.