9. Gotcha

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—Tony... Steve va a matarte —susurró Nat acomodándole el cuello del uniforme militar.

—O al menos te llevarás una patada en el trasero —completó Bruce colocándose las botas con casquillo.

Tony se mordió el labio imaginando todas las posibilidades, aunque en ese momento se encontraran en los vestidores terminando de alistarse para salir al entrenamiento que había preparado junto con Jarvis.

—Una patada suena bastante tentador —estuvo de acuerdo apartando las manos de Nat para subirle el cierre del uniforme de su amiga y ocultar ese escandaloso escote.

—Celoso —se burló ella dándole un beso en la mejilla.

—No lo soy —reclamó girándose para mirarse en el espejo—, solo protejo tu integridad ¿has visto cómo te miran los agentes? Despiertas la lujuria de cada hombre que te rodea.

—Hermano mayor y sobreprotector —canturreó ella abrazándolo por la cintura— llevo dos semanas de abstinencia mientras tú estás disfrutando de toda la agresividad del Capitán América en la cama, ¿crees que eso es justo?

—Soy mayor que tú, así que, efectivamente, es justo que yo sea el depravado con una vida libertina.

—Bruce, di algo —se quejaba ella con un tono dramático apretando más su abrazo.

—Estoy de acuerdo con Tony —dijo Bruce poniéndose de pie para subirse el cierre de su uniforme—, ni siquiera deberías estar aquí, estos son los vestidores de los hombres y tú eres una dama.

—Una dama que puede colgarlos de la punta de la torre Stark si no dejan de sobreprotegerme —declaró ella soltándolo y por el espejo pudo ver que bajaba el cierre del uniforme creando de nuevo el escote.

—Como quieras —dijo Tony con desinterés—, la práctica de hoy te hará arrepentirte de mostrar más carne de la que debes.

—Dudo mucho que llegues siquiera a terminar de explicar lo que haremos antes de que Steve cancele tus planes —se burló ella con una gran sonrisa.

—Por mí está bien, me encantaría provocar una discusión para que en la noche el capitán me visite y desahoguemos esa furia en la cama —sugirió con una sonrisa perversa.

— ¿Y qué pasaría si está de acuerdo contigo y sigue tus instrucciones? —Preguntó Bruce con curiosidad.

—Todos verían quien tiene el dominio en la relación —analizó girando para encarar a sus amigos— de cualquier manera, salgo ganando.

— ¿Tony? —Escuchó una conocida y grave voz antes de que el rubio de sus sueños se asomara a los vestidores. Ese atractivo hombre quien llevaba puesto el traje militar se mostró sorprendido al ver a Nat y se giró de inmediato dándoles la espalda para seguir hablando— Los agentes ya fueron convocados a la zona donde nos citaste, solo te estamos esperando.

—Qué lindo —siseó Nat caminado hacia a él y acariciando con ternura uno de los gruesos brazos—, al menos hay un caballero entre nosotros.

— ¡Te insistimos que no entraras aquí! —Exclamaron al mismo tiempo Tony y Bruce.

—Agente Romanoff, me haría el favor de dejar de toquetear al capitán —pidió Tony con falsa molestia alcanzándolos para tirar de él del otro lado—, debemos dirigirnos al área de entrenamiento.

—De acuerdo, jefe —sonrió ella de manera descarada haciéndole una seña a Bruce para que se acercara, lo tomó del brazo y caminaron frente a ellos dirigiéndose a la salida del edificio.

—Entonces —habló Steve apartando su mano y siguiendo de cerca a Nat mientras Tony no le queda más opción que seguirle el paso—, supongo que tomaste en cuenta mi sugerencia porque vi que hay cajas con armas.

La seducción de Stark (Stony)Where stories live. Discover now