Capítulo 6: Amenazas y emociones desconocidas

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Capítulo 6

Narra Eisack

Soy Eisack Horvath, fui en el pasado un miembro prominente de la Tribu ... de las Montañas del Norte, viví allí una vida feliz allí, siempre creí que permanecería por el resto de mi vida con mi gente, pero eso cambió para siempre cuando hice mi primer viaje al centro  de Arunia, en donde conocería por causalidad a la mujer de mis sueños; Silvia, una Jeruz.

Luego de salir por un tiempo, finalmente nos casamos y unos mudamos en una cabaña que construimos juntos al sur del continente. En ella iniciamos nuestra familia y desde entonces hemos disfrutado de una vida muy paradisíaca y seguimos haciéndolo aún luego de pasar por momentos muy duros.

El día de hoy, luego de mucho tiempo, saldremos todos juntos a la ciudad de Kouvac, a todos nos gusto la idea, sobre todo a mi esposa, porque esa va a ser el día en que finalmente iba a hablarle a nuestra hija Erina acerca de los ñenduit. Eso me emociono pero, para ser muy sincero, a la vez me disgusto un poco, yo y mi raza hemos sentido cierto desdén hacia los ñenduit, por lo que no solemos usarlos, pero no daré detalles de eso por ahora.

Nuestro viaje hacia Kouvac fue bastante tranquilo, de verdad fue una suerte que tuviéramos este tiempo zero para hacer esto. Y fue gracias a esta paz que nuestra entrada a la ciudad fuera tan normal, y lo fue también agradable ver como a Erina le parecía maravillarse por lo que había su alrededor, eso es esperable siendo su primera vez aquí.

Fue muy gracioso la forma en que ella convenció a Silvia de comprarle una camisa de un puesto, pero eso era esperable dada su debilidad por los "ojitos de bebé", pero admito que yo tampoco podría resistirme.

Posteriormente ingresamos a un restaurante, todo lo que ofrecía era muy bueno pero Erina tenía problemas para hacerlo, así que la ayude un poco, sinceramente no estaba seguro de que le gusta lo que le aconseje ordenar pero al final le encanto.

Al acabar con la comida, nos dirigimos al conocido Parque Riverside para que los niños jugasen un poco conmigo y mi esposa vigilandolos desde un banco cercano.

-Ahhh, mi amor, no es esto relajante? -me pregunto mi esposa mientras se aferra mi brazo.

-Sin duda cariño -dije mientras tomo su mano.

-Que bueno que tuvimos este tipo zero para poder hacerlo.

-Si... pero dime Silvia....

-Que cosa querido?

-Ya pudiste decidir en que momento le hablaras a nuestra hija sobre los Ñenduit?

-Este, bueno, aún no me he decido, quería en un primer momento hacerlo de la forma en que hizo mi padre conmigo pero luego considere que sería mejor que fuera algo más "único" o "especial" que le deje sin palabras o que menos espere ver, pero hasta ahora no se me ocurre nada aceptable -dije con leve depresión.

-Vamos amor -puse mi brazo a su alrededor y la abrasé- no te tienes que esforzar tanto en eso, puede que esa experiencia que buscas llegue cuando menos lo esperes.

-T-tu... lo crees?

BOOMM!

-....!

De pronto escuchamos un potente estruendo venir de una de las calles colindan con el parque, la cual fue causada por dos teindut.

-Si, creo que llego amor -dije.

-Querido, vamos por los niños, hay que ir directamente a los refugios! -exclamo Silvia.

Sin perder más tiempo, tomamos a nuestro hijos y fuimos hacia los refugios, los cuales están hechos para proteger a los civiles como nosotros de situaciones así. Una vez dentro, mi esposa le explicó a Erina lo que son los Ñenduit luego de exigírselo, me alegró en verdad el gran interés que demostró por ellos.

Mi Misteriosa ReencarnaciónWhere stories live. Discover now