Days [TodoDeku]

Las fiestas navideñas.

Narra Todoroki

— No sé por qué sigues trabajando, ya tienes más que suficiente para un buen nuevo teléfono—hace un adorable puchero.

— Es para otras cosas, Izu—muevo una de mis manos de su cintura a su rostro, para tocar esos bonitos labios que forman un tierno puchero.

— ¿Qué clase de gastos tienes? ¡Eres un estudiante!.

— Tengo... cosas que comprar.

— ¿A caso en tu trabajo conseguiste a alguien más cuando dejé de ir diario? ¡Lo siento Shoto Todoroki pero se me acabó el dinero!—aún con mis manos en su cintura hace una pose dramática. Sonrío.

— Así es, conseguí a alguien más en el trabajo, también trabaja ahí—dije, siguiéndole el juego.

— ¡Por todos los cielos!—su boquita forma una "o"— Espera un minuto... tu único compañero es... ¡Kirishima!—Se cubre la cara—. ¿Cómo pudiste engañarme con mi amigo?—Dice mientras finge llorar. Esto es divertido. Le aparto las manos de su rostro.

— Pero sólo fue algo  de una noche, te amo a ti.

— ¡Mentiras! ¡Te acostaste con Kirishima porque lo amas a él!—escuchamos un vaso romperse. Volteamos, es Mina, Kirishima, Kaminari y Bakugo. Oh no.

— ¿QUÉ DIJISTE?—grita Bakugo.

— ¡Era una broma!—Izuku se oculta detrás mío.

— ¿¡Como puede ser eso una broma!?.

— Calma, Blasty, yo nunca me acosté con Shoto.

— ¡¿Hasta se llaman por sus nombres?!—Está muy enojado. Se acerca a mi.

— Basta, basta—Kiri se le adelanta y me cubre con su cuerpo—, esto es un malentendido.

— Sólo estábamos jugando Izuku y yo, era un drama de mentira—Decido hablar.

Bakugo me mira, mira a Kirishima, y se va. El pelirrojo lo sigue.

— ¡Vaya que escena!—exclama Mina.

— Lo sé—apoya Kaminari— ¡Oigan! ¿Listos para las fiestas navideñas?.

— ¿Por qué tenemos que festejar eso?—pregunta Tokoyami, entrando a la sala común.

— ¡Porque es una bonita tradición adoptada!—explica la pelirosa.

— Y una gran excusa para dar regalos—Ahora entra Sero.

— ¿De qué hablan?—Pregunta Uraraka, que va llegando junto con Tsuyu, Jiro y Yaoyorozu.

— De las fiestas navideñas—habla mi novio.

— ¡Hay que decorar!—exclama la castaña.

— Buena idea, yo quiero ayudar.

— También ayudaré.

— Meh, yo igual.

— ¡Vayamos de compras!—se dirige afuera del edificio pero antes de salir, regresa— ¡Hagamos un intercambio!.