Days [TodoDeku]

Dream a Little Dream Of Me

Narra Todoroki

Midoriya Izuku es el hombre más hermoso que he visto en mi vida, y puedo apostar, que también en lo que resta de ella.

Es en lo único que puedo pensar, en ese bello rostro que me mira con amor, justo como yo lo miro a él.

Imágenes de mi familia, de lo bien que iban las cosas aparecen por mi mente, todo sucede en pocos segundos, pero cada imagen se siente como horas y horas.

Cierro los ojos poco a poco, intenté vencer, di de mi lo que pude, pero eran demasiados, ¿por qué me atacaron a mi?.

Tengo tanto miedo de ya no ver a la gente que amo y quiero...

Siempre fui alguien un tanto inexpresivo y pensé que los amigos no hacían falta y que yo solo podía estar bien, pero ahora que me encuentro prácticamente al borde de la muerte me doy cuenta que no es así. Los extrañaré.

Quisiera que Izuku soñara una vez más conmigo, al menos un pequeño sueño, en ese sueño le diría cuánto lo amo, porque en la vida real ya no sé si pueda hacerlo por una última vez...

Mis párpados pesan y...

Todo es oscuro.

Antes de cerrar los ojos...

Se fueron, Bakugo tomó la mano de Kirishima y prácticamente lo arrastró, es bueno, la situación sí era un poco muy incómoda. Espero puedan arreglar lo que sea que tengan que arreglar.

Camino por los alrededores, está muy tranquilo, aunque son tiempos peligrosos... tal vez no debí decirles que se fueran, no estoy tan seguro de qué tan peligroso sea que esté yo sólo.

Una señora habla por teléfono, me mira de vez en cuando, unos niños están jugando en el arenero mientras sus mamás platican, hay otros dos que están apartados, no veo nadie que los vigile. Me acerco.

— Hola, hey, ¿están solos?—digo agachándome para estar a su altura.

— No, estamos juntos—me contesta uno de los niños, tiene cabello naranja.

— Me refiero, a que si están con alguien que los cuide.

— Nos cuidamos entre nosotros—me responde ahora el niño al que le toma la mano, este es castaño.

— Un adulto, ¿están con un adulto?—digo ya un poco cansado.

— N-no—el pelinaranja se cohibe.

— ¿Qué hacen aquí solos?, bueno, sin un adulto—pregunto, me siento el el suelo y cruzo las piernas.

— ¡Nos escaparemos de casa!—dice emocionado el de cabellos naranjas. Rapidamente el castaño le tapa la boca.

— ¡¡No le íbamos a decir a los adultos!!—lo reprende.

Okay, tal vez hoy no está tan calmado como pensé, lamentablemente en la UA nunca me enseñaron qué hacer en estos casos.

— ¿Por qué se quieren escapar?

— Porque a Hiro le pega su pap—otra vez el castaño le tapa la boca.

— No se pueden escapar, son muy pequeños, ¿cómo conseguirán trabajo?—lo que el niño mencionó está mal, pero no creo que les vaya mejor si sólo se escapan.

— Pediremos dinero—responde el castaño, que según entiendo, se llama Hiro.

— No pueden vivir sólo de pedir dinero.

— Trabajaremos—ahora responde el pelinaranja.

— Si no estudian no podrán trabajar.

— Trabajaremos en algo que no se necesiten estudios—dice Hiro.