Days [TodoDeku]

La Vie En Rose

Narra Midoriya

Desde que Shoto está postrado en la cama me siento como una bola de pelos vomitada por un gato que fue pisoteada por mil personas, asimismo se atoró entre una llanta de un auto que fue a un pueblo y en ese pueblo la bola de pelos quedó tirada, pero era un pueblo agrícola y ahí en el piso en el que quedó la bola había una gran cantidad de eses de distintos animales, después un cerdito comió esa bola, donde se juntó con su demás comida que sólo eran desperdicios y sobras, se empapó de ácidos gástricos y fue desechada tiempo después haciendo un asqueroso recorrido por el recto de un maldito cerdo.

No debería desquitarse con los cerdos, ellos no me han hecho nada.

Pero sí me siento muy mal.

Seguía, claro, no me podía detener, y las enfermeras siempre me decían que gracias a Recovery Girl sus heridas sanaban, sólo era cuestión de tiempo para que despertaba, pero esperar es mi actividad menos favorita. Aunque esperaría lo que fuera por ver a Shoto otra vez a mi lado, dedicándome esas risitas mini y esas pequeñas sonrisas de lado. Podría esperar más.

Seguí caminando, las clases acababan de finalizar y todos estaban o en guardia por la ciudad o en alguna otra actividad, no me toca guardia en este momento, y falta una hora para mi visita diaria a mi novio. Fuyumi me impuso un horario porque según sus palabras:

"No está bien que pases todo tu día en el hospital, ve a entrenar o haz algo más con tu vida, Shoto no se irá de aquí"

Era un chiste cruel para una hermana.

Entro a mi dormitorio y sólo me tiro en la cama, no tenía ánimos para hacer otra cosa, seguía entrenando para ser un héroe, jamás dejaría eso, pero cuando ya no estaba en clases sólo quería descansar, siento un constante peso sobre mis hombros, es como un peso invisible, que me agota el doble, y que no se va.

Mi teléfono vibró, lentamente lo saco de mi bolsillo y contesto, ni siquiera observo de quién se trata.

— Hola... Qué tal Fuyumi... ¿Qué? No te escucho bien, hay problemas con la llamada, no entiendo... Sólo he entendido ¿hospital?, para allá voy ¿Okay? Que para allá voy... ¡que para allá voy!, sí allá. Sí, sí, hasta pronto.

Me levando de la cama algo apresurado, tal vez pasó algo con Shoto.

Podría esperar más.

Por Shoto podría esperar mucho más, días, meses, años, lo que hiciera falta. Podría esperar una vida entera, podría esperar lo que se requiriera. Lo que él me pidiera, lo que me dijeran las enfermeras y doctoras, mi paciencia era mucha y mi amor por el de ojos heterocromáticos aún más. Me quedaría aquí, siguiendo con mi vida, pero esperando para compartirla con él.

Podría esperar más, afortunadamente no hace falta.

— ¡Fuyumi-san! Llegué—dije algo agitado, por correr.