Deux

2 1 0
                                    

Un piquete se coló por la mano izquierda del castaño, y este se alejó directamente de las hojas donde jugaba, y miró su mano, rascandola. Le picaba.

Entonces su maestra lo llamó, diciendo que ya era hora de irse y que habían venido por él. Ella no había notado que tenia fiebre, y tampoco el color rojizo en su mano, que se hinchaba más y más con el tiempo.

El conductor arrancó el transporte y HoSeok miró su mano, que estaba tornándose roja por la picazón y ardor que tenia, y sin poder evitarlo, comenzó a rascarse, hasta que finalmente, llegó a su casa. Entonces empezó a marearse.

Tomó sus cosas, y se bajó del autobús con cierta debilidad, para ir directamente a los brazos de su madre, a quien le extendió la mano que le ardía.

-Me duele la mano, mami. -Y la señora le observó y vió el enrojecimiento.

En seguida supo que algo iba mal, tocó la frente de su hijo, quien de verdad se sentía mal. Tenia fiebre, y la hinchazón ya iba por su muñeca.

Enseguida cargó al niño y corrió dentro de la casa, llamando a la casa de su madre en busca de ayuda. Uno, dos, tres... Al tercer tono la voz de la madre de HyeSeok sonó por el auricular.

-Mamá... -Trató de sonar lo más tranquila posible-. ¿Hyemin está por ahí? -preguntó por su hermana, y enseguida le dijo que sí, para pasarle a su hermana-. Min... HoSeok está grave, tiene fiebre, llegó de la escuela con la mano hinchada y dos mordidas. -Su voz ahora sonó desesperada, y a punto de llorar-.

-Ya voy para allá, no importa si me voy a pie, yo voy para allá. -Le dijo su hermana para cortar luego, y entonces no quedaba más que esperar. Una ardua espera-.

Solo podía ver a su hijo sentado en el sillón pálido, y con una linea roja por el brazo izquierdo y la hinchazón seguida de este. Ella sabia que algo malo pasaría, que se su niño se pondría mal. Su corazón de madre se lo decía.

Pero HoSeok solo podía mirar a su madre, para luego cerrar los ojitos y tratar de relajarse y olvidar que tan mal se sentía.

Lo siguiente que HoSeok recuerda, es estar en un auto de camino al hospital, y su padre gritándole al tráfico que su hijo estaba muriéndose, y que abrieran paso, siendo ayudado por la policia, para perder finalmente la consciencia.

Let Me Be Happy. [J.H.S]Where stories live. Discover now