Secuela de: [El Último Beso]
Luego de que Bakugo perdiera la memoria y lo más importante de su vida, llega un chico totalmente desconocido el cual asegura ser su pareja
¿Cual será la reacción de Deku al encontrarse con su pareja a la cual le habían...
El peliverde salió seguro de su hogar, tenía en mente ya su decisión, fue al castillo y de una pequeña bolsa que llevaba con él sacó un sobre. Tocó la puerta y abrió un sirviente al verlo sus ojos se abrieron como platos, sonrió ligeramente
—¡Joven Izuku! Creí que ya no vendría— le cedió el paso, pero el peliverde se negó
—Solo vine a darle esto a Todoroki, bueno, a dejarselo, ¿me harías el favor de darselo? Solo no le digas que yo te lo di, ¿si? — sonrió nervioso
—Ahh, c-claro— asintió con confusión —Yo se lo doy al joven amo— sonrió
—Gracias— sonrió y se dio vuelta —Te lo encargo mucho, cuidalo— dijo esto y se dispuso a irse, corrió a donde vivía el rubio, tocó con desesperación. Se escucharon pasos en el interior y seguido se abrió la puerta, antes de que el rubio pudiera ver de quien se trataba el peliverde se abalanzó contra el rodeandolo con sus brazos —Perdón... Perdón por dudar de mis sentimientos hacia ti— murmuro entre sollozos
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—N-nerd... Ah, Deku— estaba desconcertado —¿Q-que haces aquí? —
—Tonto— se separó y sonrió —Vine a formar aquel futuro que vimos— sujetó las manos de este —Claro, si tu aún quieres—
—Deku... — murmuro su nombre con confusión, después de entender la escena que se posaba ante sus ojos sonrió ligeramente y sus ojos se cristalizaron —¿M-me elegiste...? — acarició la mejilla del contrario
—Si... — sobrepuso su mano en la del rubio —¿Aun me quieres como tu espos...? — un sorpresivo abrazo le impidió terminar su pregunta, este abrazo le dijo su respuesta, correspondió con gusto, el rubio se separó y miro con dulzura al peliverde, se acercó a su rostro y unió sus labios, un tierno y pequeño beso
—Te amo— dijo tras besarlo y con una enorme sonrisa
—Y yo a ti— saco algo de su bolsa —¿Quieres colocarme de nuevo este anillo? — pregunto sonriente
El rubio miro aquel objeto y lo tomó, sonrió y sostuvo la mano del peliverde —Deku, ¿me aceptas nuevamente como tu esposo, para ahora si poder formar aquella familia que visualizamos? — miro a los ojos del contrario
—Claro— respondió haciendo contacto visual con el rubio, el contrario deslizó con delicadeza el anillo en el dedo anular del peliverde
—Deberíamos de... Celebrar— propuso animado
—¡Si, hay que ir a cenar! —
En el castillo...
El sirviente ya le había entregado el sobre al bicolor, pero éste no quería leer el texto, sabía que ya habían pasado las semanas y el peliverde no había ido al castillo, ya se imaginaba de quien era esa carta y lo que decía, no sabía si leerla ya que no quería sentirse agobiado, finalmente optó por leerla, desdoblo la Carta y comenzó a leerla
