Bad Times

Capitulo 5. Before the Storm

-¡Crowley!.- Lo llamó la voz del ángel justo saliendo de la librería.- Tenemos que hablar.-

-No hay nada que hablar, me voy.-

-P...¿Podrías callarte y escucharme un momento?.- Un tono fuerte pero con algo de nerviosismo sorprendió al demonio.

Cerró la puerta del Bentley y recargándose sobre el coche se quedó mirando al de rizos.- Ok te escucho.-

-Es mejor hablarlo adentro.-

-Ni creas que entrare de nuevo ahí.- Apartó la mirada hablando en voz más baja.- Porque no se que pueda pasar...-

-Ignoraré lo que pasó hace unos momentos si aceptas dejarme explicarte.- Aziraphael se notaba nervioso, seguramente por lo que le había estado haciendo antes de ver la espada.

-¿El qué?, ¿Que me vas a matar? ¿El cómo lo vas a hacer con tal de ganar?.-

-Sabes que no soy así...- Suspiró el ángel, desvió la mirada tardando en terminar la frase.- No puedo hacerlo, ¡Soy un ángel!.-

Era verdad, ese ángel no mataba ni una mosca, literal, ¿Cómo pudo haber pensado que lo haría? Su cabeza no estaba bien los últimos días.- Cierto, es que supe que Gabriel te lo ordenó...-

-¿Estabas espiándome?.- Se indignó repentinamente el peliblanco, mientras que el demonio se quedó unos segundos con la boca entreabierta dándose cuenta de su error, la había cagado, si no lo sabía antes ahora ya sabía que estuvo en el parque.

-Noo...- Alargó su respuesta mientras pensaba en una buena excusa.- Mi superior me lo dijo... también me ordenó hacerlo...- No era una mentira del todo pero tampoco era una verdad absoluta, aquello si había pasado.

-¿Matarte?.- Cuestionó dudoso el pequeño.

-¿Qué?, ¡No!, matarte a ti...- Rodó los ojos, a veces toda la inteligencia que tenía era opacada por la idiotez de no entender lo obvio. Ambos se quedaron callados por unos momentos, era todo, ahora ambos sabían las ordenes que tenían, pero ¿Qué iban a hacer ahora?

-Tenemos que ir a Tadfield...- Recordó el ángel.- Anathema me acaba de llamar...-

-Es demasiado predecible, van a saber que estamos ahí y créeme...- Crowley soltó un una risilla forzada.- No será como la otra vez. -

-¡No tenemos opción!- Finalmente se acercó al pelirrojo, no podían seguir hablando de aquello en voz alta, había oídos en todas partes.- Encontró otra profecía...-

-Imposible, la vieja Agnes tenía todas en ese libro y ya todas se cumplieron.-

-Parece ser que no.-

-Brujas...- Dijo con desagrado el demonio. Se quedó pensativo  unos momentos,  era arriesgado pero al final de cuentas supieran o no lo que decía la profecía esta se iba a cumplir, era mejor estar enterados y tal vez prepararse para su último tiempo juntos...o separados.-¿Quieres que te lleve?.-

La cara blanca del ángel cambió de color rápidamente, se había sonrojado. Al verlo asi no pudo evitar recordar lo que había pasado minutos atrás, había estado ebrio si, pero eso no quería decir que no fuera consciente de lo que hacia. A su cabeza regresó el momento en que lo acorraló en el suelo y lo besó intensamente, dos veces, ahora también se había sonrojado él.

-N..No...- Contestó Aziraphael, tenía que admitir que se veía muy tierno avergonzado y eso solo hacía que su curiosidad aumentara.

¿Qué hubiese pasado si no se hubiera enfocado en la espada?, ¿Si hubiera continuado con sus besos?, ¿Si le hubiera quitado la ropa y acariciado su cuerpo a su antojo?...

-Si, tienes razón, no es buena idea...- Agachó la cabeza en un intento desesperado por ocultar su muy notable sonrojo y aún así no pudo evitar ocultar que una sonrisa se le escapara, hubiera sido algo único de ver.

-No, si nos ven juntos... corremos peligro...- ¿Acaso el peliblanco había cambiado sus palabras? ¿O desde un principio se refería a la situación de vida o muerte en la que se encontraban? Quizás solo eran ideas locas que su desesperada cabeza le hacía imaginarse.- Debemos tener cuidado.-

-Nos vemos en Tadfield, al medio día...-

-En casa de Anathema.-

Era una cita, o así lo quería ver Crowley. Maldijo la situación en la que se encontraban, odiaba que una entidad mística y todo poderosa jugara con dos seres como ellos.