deux

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Necesito hacer esto rápido, no puedo perder tiempo.

Shawn se apresuró a cerrar la puerta y tomar asiento en la silla de su escritorio. Con su mirada le hizo señas para que Amalia tomara asiento pero ella parecía estar inmóvil, como si no estuviera allí, estaba asustada.
Amalia relamió sus labios mientras caminaba hacia la silla que estaba frente a él y se sentó. Debía calmarse, si quería conseguir esto de una maldita vez, debía calmarse. Cerró sus ojos y soltó un suspiro suave mientras Shawn la observaba.


—¿Como es tu nombre?


El joven relamió sus labios y cruzó sus manos encima del escritorio, mostrando así como su camisa se apretaba a sus trabajados brazos y su reloj, que a simple vista, parecía demasiado costoso. Amalia volvió a suspirar desahogando el nudo de nervios que yacía en su estómago.




Mi nombre es Amalia.


Sonrió. Shawn se recostó acomodándose en él respaldar de su silla mientras desabrochaba los dos primeros botones de su camisa dejando ver un poco de su vello corporal. Amalia trató de no mirar hacia su ancho pecho tragando duramente y carraspeando la garganta.

Parle moi de toi, ¿pourquoi est-il ici?

[cuénteme de usted, ¿porque esta aquí?]

Pidió mirándola.

Necesito el dinero.

Inmediatamente Shawn frunció sus cejas y su cara cambió a una de confusión. Él creyó que iba a ser otra hija criada dulcemente por su padre quien la llenaba de regalos y le daba todo lo que pedía. Pero no. Amalia jamás dejo que alguien le bajara las estrellas del cielo, ella siempre quiso y supo que con su esfuerzo podía bajarse las estrellas, el cielo y hasta el mismísimo mundo si se lo proponía.

—¿Usted solo quiere el dinero?, ¿No tienen otro propósito del porque trabajar aquí?, este no es un empleo para cualquiera, podría decir que hasta me interesaría un título universitario.

Amalia sintió cómo caían gotas de su nuca y como sus manos tanto como sus piernas comenzaban a debilitarse.
Era el momento de sacar todo lo bueno que tenía escondido.

Además del dinero, me gusta la fotografía desde mis dieciséis años. Cuando estaba en el instituto conseguí un empleo para pagarme mis cursos de fotografía, y al acabar con mis estudios escolares, comencé a cursar el último año que necesitaba para terminar en la universidad de Beaux Arts, dónde actualmente sigo las clases desde distancia.

Mientras Amalia le comentaba, de su bolso saco el sobre marrón donde contenía sus fotografías y el título de su curso fotográfico. Shawn amablemente tomó el sobre y lo abrió viendo todo lo que ella había mencionado hace solo unos segundos.



Ils sont beaux, Amalia.

[Son precisas, Amalia]


Amalia se ruborizó y sonrió.

Merci beaucoup
[Muchas Gracias]

Shawn dejó el sobre la mesa y se dedicó por décima vez en el día a verla y mantener contacto visual con ella.

En este trabajo no solo tendrás que fotografiarme, deberás estar conmigo y hacer todo lo que yo diga. ¿Podrás lidiar con ello?

Ambos reflejaban la misma postura de desafiar al otro. Y ninguneo quería perder, de seguro.

Yo haré todo lo que usted me pida,
monsieur Mendes

Por primera vez, Amalia se adelantó un poco y dejo sus brazos en el escritorio desafiando con su seductora mirada.

Bienvenue.
[Bienvenida]

𝐴𝐹𝐹𝐸𝐶𝑇𝐼𝑂𝑁 ; Shawn MendesWhere stories live. Discover now