Siempre serás tú.

Capítulo 19

Han pasado días, tardes, noches, un par de semanas, no he podido estar bien, he estado enferma y muchas cosas en el instituto me tienen estresada. Mi comunicacion con Alex no ha sido muy buena, yo sé la razón por el cuál tratarlo así aunque él no la sepa y quizás no la sepa nunca, pero él no sé por qué también a estado distante conmigo, no le he hecho nada, no lo entiendo.

Hace tres días me enfermé muchísimo, tanto que tuve que pedirle a Alex, despertarlo para que me fuera a llevar a algún hospital o clínica, no podía mantenerme de píes, tenía tanta fiebre y dolor en los huesos que no podía moverme o mantenerme.

Él me llevó y duré allí todo un día, me mejoré, aunque aún siento un poco de decaimiento, pero con las medicinas he estado mucho mejor, el doctor dijo que a pesar de que me veía bien físicamente, estaba un poco desnutrida y que debería comer más y sanamente.

Alex escuchó todo eso y desde entonces a estado comprando comida, frutas, vegetales y así, nunca entendi, o sea, ¿Él desde cuándo hace las compras? Nunca las ha hecho, odia ir a la tienda, quizás sí se haya preocupado pero tampoco para que exagere, tampoco soy una inútil.

Lo cierto es que a estado muy pendiente de mi aunque no nos dirigimos la palabra, los amigos de Alex me han venido a visitar, ayer vinieron y hablaron un ratito conmigo, Daniel también y sorprendiéndome también vino Sander, me dio algunas cosas, luego mis amigas Belén y Sofía, de resto más nadie.

La madre de Alex vino la semana pasada y se volvió a ir, vino un poco extraña, nosotras somos muy cercana y ella y yo no hablamos casi esta vez, me pareció raro.

***

Salgo de mi última clase y con eso del instituto, debo llegar temprano a la parada de autobuses porque si no pierdo el bus y tendría que irme caminando a casa de Alex y es súper lejos.

Mis amigas me entregan unos libros en la salida y sigo mi camino.

Casi corro a la parada y me doy cuenta que no ha pasado, al menos es mi día, me siento junto con otras personas y miro en dirección a dónde tendría que venir el bus.

Tengo a dos chicas a mi lado, son gemelas, muy bonitas, son altas, cabello corto, ojos grises y andan muy bien vestidas, se ven sexys pero no vulgares.

Yo las observos y ellas me miran arqueando una ceja.

Okey, no son amigables.

Vuelvo a mirar en espera de mi autobús y me aburro a los segundos, pensé que ya vendría.

Entrecierro mis ojos cuando veo el hermoso auto color blanco que conozco perfectamente, miro a otro sitio con la esperanza que no me vea, no porque no quiera verlo, si no que no quiero que me vea y me empiece hacer preguntas que realmente prefiero evitar.

Pero se detiene frente a mi.

Baja de su auto y se aproxima a mi lugar, yo miro a las gemelas y de reojo a las otras personas, me siento desnuda.

_¿Se puede saber qué haces aquí?_ Pregunta en tono un poco autoritario pero no molesto.

_Esperando el bus, dah_ Digo rodando mis ojos.

Me agarra de la barbilla con delicadeza y me hace mirarlo a los ojos.

_Sabes muy bien que no puedes llever tanto sol o hacer tanto esfuerzo, hace unos días te hospitalizaron, estuviste enferma, ¿Dónde está el inútil de tú amigo?_ Pregunta eso último un poco molesto.

_Siendo inútil por la vida ¿No?_

_Hablo en serio, Alisson_

_No lo sé, no sé nada de él, no me importa tampoco_