Warzone Legacy || Pietro Maximoff

Prólogo

Estaba cerca, podía sentirlo. La idea no se veía tanto como una fantasía y se encontraba esperanzado de poder restregarle en la cara a todos aquellos que no lo creían posible. Tan solo esperaba que no fuese la falta de sueño hablando.

Levantó la lata de bebida energizante que se encontraba en medio del desorden de la mesa de su taller, encontrándola vacía una vez que se la llevó a los labios. La aplastó con las manos y la lanzó sobre sus hombros ¿Qué hora era?

—Señor Stark —escuchó la voz de Jarvis retumbar en el silencio de la habitación—, tiene una llamada.

—Diles que estoy ocupado —regresó la mirada a la pantalla frente a él, probando diferentes algoritmos con la ilusión de que uno de ellos lo acercara un poco más a la respuesta que buscaba.

—Se encuentran insistentes —volvió a hablar la inteligencia artificial—. Son las fuerzas armadas de Suecia.

Tony levantó la mirada con curiosidad.

—¿Suecia tiene fuerzas armadas? —soltó un suspiro. Debía admitir que la curiosidad le picaba en la parte de atrás de la cabeza y no cesaría hasta saber de qué se trataba— Conéctalos.

—¿Tony Stark? —escuchó una voz desconocida desprenderse de los parlantes— Necesitamos de su asistencia.

—No tengo permitido involucrarme en asuntos internacionales —respondió con fingida compasión, sabiendo bien que ninguna amenaza vacía del gobierno estadounidense podría interponerse en su camino si así lo quisiera.

—Estará interesado en la situación —dijo la voz del otro lado de la línea—. Nuestro equipo encontró una explosión cargada de radiación electromagnética con energía extremadamente elevada.

—Estoy seguro de que pueden encontrar a algún científico especializado que esté dispuesto a llevar a cabo una investigación.

—El núcleo de la explosión es una chica de veinte años.

Tony permaneció callado por unos segundos. La nueva información cambiaba toda la situación. Maldijo por lo bajo.

—Estaré allí mañana a primera hora.

Tras un agradecimiento y una promesa de enviarle más detalles a lo largo del día, el hombre finalizó la llamada. La circunstancia le atraía de una manera cuasi magnética y no era capaz de pensar en otra cosa ¿Cómo llegó una niña sueca a terminar enrollada con radiación gamma? Algo no le cerraba y ansiaba por llegar al fondo de la información.

—Jarvis, llama al doctor Banner —dijo mientras ojeaba por arriba los informes que acababan de llegarle desde Suecia—. Va a querer oír sobre esto.