❝My King❞『•MinSung•』

Capítulo 3

Habían pasado dos semanas desde que JiSung llegó a aquel castillo. MinHo había cambiado su actitud con él notoriamente; pues ya no le gritaba o trataba mal.

El rubio ya lo sabía, sentía que aquel Rey era su destinado, pero simplemente no lo quería creer, pues al principio aquel Alfa había sido muy malo con el. Tenía miedo de ser cruelmente rechazado por aquel Alfa, pues JiSung debía admitir que aquel Rey se la hacía demasiado atractivo, pero el rencor aún estaba allí.

Por otro lado, MinHo no quería caer ante el encanto de aquel Omega. Se estaba empezando a enamorar, pero él no lo podía aceptar, no podía caer por un simple Omega, no siendo el Rey.

Ya era hora de la cena; por lo que JiSung, se dirigió al comedor, con compañía de Chan, quien comería también allí al ser quien cuide del rubio.

MinHo estaba en la punta de la mesa, a su lado derecho estaba JiSung comiendo y Chan se encontraba al otro lado de JiSung. La cena era silenciosa, como todas las demás. Pero en ese momento, el silencio es interrumpido debido a la puerta siendo abierta, dejando ver a un sirviente entrando.

—Su majestad—aquel sirviente se inclina—, le ha llegado una carta del reino de YongIn. —Se acerca para entregar la carta a Lee.

—¡Retírate!—exige el Rey en cuanto tiene la carta en sus manos.

El sirviente hace una última reverencia y se retira. MinHo, empieza a leer lo que decía la carta y gruñó, Chan se confunde debido a la actitud de Lee. El Alfa nota la confusión de Chan y le entrega la carta; en cuanto Chan la lee, jadea sorprendido, pero con una sonrisa, mientras que JiSung decide ignorar lo que estaba pasando.

A la mañana siguiente, JiSung se levanta animadamente y decide bajar al comedor para desayunar. Han nota que MinHo no está allí, pero le resta importancia, él comería solo con Chan.

JiSung decide ir a su habitación, pero es parado, pues siente que alguien agarra su mano, al voltear, puede ver a Chan con rostro animado.

—JiSung, necesito que te pongas esta vestimenta. —Chris le entrega una ropa más fina y elegante.

—¿Que? ¿Por qué?—pregunta confundido.

—Habrá visitas de otro pueblo, y todos los que vivían en el castillo, deben ir a recibir a los invitados. —Sonríe el Omega mayor.

—Esta bien. —Dice para agarrar las prendas e ir a su habitación.

JiSung se cambió con la ropa que le indicó Chan. El rubio se veía muy bonito, pues esa ropa le hacía ver muy elegante y radiante.

JiSung bajo y fue a donde se suponía era la entrada del castillo, en la puerta estaba MinHo y Chan a su lado. Estaban todos los sirvientes en fila a los lados de los pasillos, dejando ver aquel pasillo ordenado y perfecto.

Chan le dice a Han que se acerque a él, por lo que JiSung se pone al lado del mayor, quedando MinHo en medio y los dos omegas atrás de él, uno de cada lado; Chan a su izquierda y JiSung a su derecha.

Las puertas son abiertas, dejando ver la parte de afuera, donde hay un carruaje azul con detalles de oro. De allí baja un chico, aquel chico era pálido, cabello negro y ojos marrones. Detrás de él salió otro chico, tenía el pelo con tonos naranjas, y sus ojos color azul cielo.

—Den la bienvenida al Rey de YongIn, Seo ChangBin y a su Omega Seo Felix. —Un guardia grita e inmediatamente todos los sirvientes y guardias se inclinan con respeto.

Chan y JiSung se inclinaron levemente y MinHo seguía firme, en su posición. ChangBin se acercaba y tras él estaba Felix, quien lo seguía. Al fin ambos Reyes quedaron cara a cara.

JiSung supo que aquel ChangBin era un Alfa, y como había gritado anteriormente el guardia, su acompañante era su Omega, pues tenía aroma a algodón de azúcar, junto con el aroma de su Alfa, menta y café.

—Cuanto tiempo sin verte, hermanito. —Sonrió MinHo, haciendo que Felix agachara su cabeza con sumisión.

—Deja a mi Omega en paz. —Gruñó ChangBin al notar la mirada que le dio el contrario a su Omega.

—¿Terminaste enamorándote de mi hermano?—preguntó con burla. —Que bajo has caído con eso, Seo.

—¡Cállate! ¡No se te olvide soy mayor que tu, debes respetarme!—gritó el azabache.

—¡Tu estás en mi territorio, respétame tú a mi!—le gritó de vuelta el más joven.

—No he venido aquí a pelear contigo. —Dijo más calmado ChangBin.

—¿A que has venido entonces?—MinHo levanta una ceja.

—Esto mejor lo conversamos adentro. —Gruñó ChangBin.

MinHo y los dos Omegas a su lado se hicieron aún lado, dejando pasar a ChangBin junto a su esposo. Felix no evitó posar su mirada en aquel rubio Omega al lado de su hermano, ¿será ese su Omega? Se preguntó Felix, pero al final decidió ignorarlo.

—Ustedes dos vienen conmigo. —Le susurró MinHo a los dos Omegas tras el.

—¿Por qué yo?—suelta JiSung.

—¡Porque así te lo ordeno!—Y MinHo empezó a caminar, sin darle oportunidad a JiSung de decir alguna otra cosa.

MinHo guía a los demás a una sala, donde había sillones, y una mesa en medio. Todos allí se acercan y en un sillón se sientan Felix y ChangBin y en el otro se sentaron JiSung, MinHo y Chan.

—¿A que vinieron?—suelta de repente MinHo.

ChangBin suspira pesadamente. -Nos están atacando. —Es lo único que dice.

—¿Y a mi que?—pregunta sin interés.

—¡Están planeando entrar en guerra, Lee!—le grita. —Sabes que Seúl y YongIn tiene alianza debido a mi boda con Felix, si nos atacan a nosotros, los atacaran a ustedes. —El azabache trata de hacer razonar al menor.

—Tienes razón, pero yo protegeré solo a mi pueblo. —Contesta MinHo.

—¡MinHo! Dos pueblos serán más fuertes que uno solo. —Reclama ChangBin.

—¿De que pueblo estamos hablando?—pregunta con poco interés. —Si es uno fuerte, tal vez piense en ayudarte.

—Incheon. —Es lo único que responde, dejando a los otros tres sorprendidos.

Pues Incheon también era un pueblo poderoso y fuerte.