❝My King❞『•MinSung•』

Capítulo 7

Ambos Omegas iban en el carruaje, JiSung estaba muy nervioso, pues no sabía si alguien le pueda reconocer. Pero aún con toda la preocupación de ser descubierto, Han estaba seguro de querer ayudar a Seúl.

En cuanto el carruaje llegó al pueblo, se llevó la atención de todos ¿el Rey había vuelto? Y si era si ¿por qué? Todos los del pueblo estaban confundidos.

—Muy bien, al primer lugar al que iremos es... —el peliblanco leyó la lista que había hecho—¡el orfanato!—dijo con una sonrisa.

—¿Enserio? ¿Con niños y bebés? —al rubio le brillaron los ojos.

—Así es, le mande una carta al orfanato y ellos felizmente aceptaron tu visita. —Sonrió Chan.

Ambos omegas sienten como el carruaje es detenido. La puerta se abre y la gente está afuera, un guardia se pone a la puerta del carruaje y gritó algunas palabras.

—¡Den la bienvenida al Omega del Rey!—gritó aquel guardia, y JiSung salió del carruaje y pudo ver a todos inclinándose.

Detrás del rubio salió Chan. Ambos omegas empezaron a caminar hacia donde era el orfanato, habían dos guardias detrás de ellos, pues MinHo les había ordenado mantenerse cerca, no se iba a arriesgar a que pasara lo mismo que hace una semana, sobretodo porque esta vez no estaba allí presente.

Los omegas por fin llegaron al orfanato, ambos guardias se habían quedado afuera, en la entrada, para asegurarse que nadie entre mientras JiSung y Chan estaban allí. Ambos omegas caminaron, hasta que una vieja Omega se acerco a ellos.

—Buenos días, mi nombre es Park ChaeYoung—la vieja omega hace una reverencia—, pueden llamarme Rose. —Sonríe la mujer.

—Buenos días—contesta Chan mientras JiSung admiraba el lugar.

—¿Han venido a ver a los niños, cierto?—ante la pregunta de la omega, Chan asintió. —Acompáñenme. 

Ambos omegas siguieron a la mujer, que los llevó a un patio, donde se pudieron ver muchos cachorros corriendo por todos lado. Al rubio le brillaron los ojos al ver tantos de diferentes edades corretearse, algo que llamó su atención, fue una chica, la cual se podía notar con claridad que estaba embarazada.

Los tres omegas se adentraron al patio, y de inmediato, los dos omegas desconocidos llamaron la atención de los niños, sobre todo al ver esas ropas tan elegantes.

—¡Es un príncipe!—una pequeña niña gritó, corriendo hacia el rubio. —Usted es muy bonito. —Le dijo la niña cuando estaba frente a él.

—Tu también eras muy bonita. —El rubio se agachó a su altura y acarició los castaños cabellos de la pequeña cachorra.

—DaHyun, deja al príncipe en paz. —La joven chica embarazada se acercó con rostro apenado. —Lo siento tanto. —La joven dijo con intención de hacer una reverencia, pero es inmediatamente detenida por JiSung.

—No debes inclinarte, te puede hacer daño. —El rubio la agarra del hombro para que no se incline más.

—Pero usted es el Omega del Rey, tengo que... —la omega es interrumpida.

—Y como Omega del Rey, te ordeno que no te inclines. —Sonríe el rubio, y la joven embarazada se sonroja.

—¿¡Entonces usted si es un príncipe de verdad!?—la pequeña niña pregunta en un grito.

—Así es—sonríe el rubio.

La pequeña niña chilló emocionada y abrazó al rubio que se había vuelto a agachar para poder hablar con la pequeña. Ambas omegas trataron de alejar a la niña de Han, pero se detuvieron en cuanto notan que el rubio levanta a la cachorra en brazos y ésta feliz se aferra a su cuello.