Parte Veintisiete; "Tiempo Perdido"

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Minutos después Paul y John se encontraban sentados en la habitación del primero, estaban sentados en el piso y el menor estaba abrazado a su Johnny boy mientras dejaba que las lágrimas cayeran libremente por sus mejillas.

John observó a Paul, este tenía el rostro escondido en su pecho, las mejillas rojas y una mueca de dolor. Le dolía demasiado verlo así, quería tenerlo con él todo el día o todo lo que fuera necesario, quería tener la habilidad de calmar la tristeza de su compañero, pero sabía que la pena de este era muy grande. Y serían aún más grande.

— Paulie realmente me gustaría que te quedaras conmigo todo el día, pero creo que ahora deberías estar con tu madre.

— No quiero que me vea llorar más, no la quiero hacer sentir mal en sus... — y antes de poder terminar la oración, el pelinegro volvió a romper en el lágrimas, no podía asimilar que le quedaba poco tiempo junto a su madre.

John solo hizo una mueca y lo abrazó más, trataba de entender a su bebé Paul todo lo que podía, pues de cierta forma, cuando lo conoció, había perdido a sus padres y a pesar de que estos no habían muerto, habían desaparecido de tal forma que parecía que habían fallecido, dejando un montón de inseguridades en el castaño.

Se quedaron en silencio unos minutos, hasta que Paul decidió seguir el consejo de John. Se levantó y fue al baño a lavarse el rostro, no quería que su madre lo viera mal.

Mientras él lavaba su rostro, John lo esperaba recargado en el umbral de la puerta, lo observaba con pena en sus ojos, lo lastimaba ver a su bebé de esa manera.

Cuidadosamente se acercó a Paul, una vez que éste había terminado de lavar su rostro, rodeó sus brazos alrededor de la cintura de éste, dejando su pecho pegado a la espalda del otro y una vez ahí, se dedicó a repartir besos por las mejillas y cuello de su bebé, tratando de tranquilizarlo y en menor medida, hacerlo un poco feliz.

Paul soltó una pequeña risita al sentir como los labios de John en su cuello le provocaban cosquillas.

— Paul, me tengo que ir y tu debes ir con tu madre

— Lo sé. ¿Volverás?

— No lo sé, tú tienes que pasar tiempo con tu familia y yo... yo debo hablar con Julia.

Paul asintió, él comprendía que John tenía un serio problema familiar que resolver y lo más probable es que estuviera bastante ocupado por un tiempo.

— Esta bien, si necesitas algo no dudes en llamarme ¿sí?

— Claro bebé Paul.

Dicho esto, Paul se da media vuelta para mirar al castaño, acarició suavemente una de las mesillas de este, quien poco a poco se fue acercado más a su rostro, hasta que quedaron separados por tan solo unos centímetros. Sentían la respiración del otro junto con el calor abrazador y reconfortante que les otorgaba la cercanía de ambos cuerpos.

Finalmente, fue John quien tomó la iniciativa y unió sus labios con los de su bebé. Movían lentamente sus labios, aún tenían muy poca experiencia, pero solo se dejaban guiar por su instinto. Lo único que ellos saben es que aquellos besos les provocan una enorme sensación de alegría, desespero y algo que por el momento desconocían.

John iba caminando por las calles, devuelta a casa, no iba muy apurado, de hecho, trataba de caminar lo más lento posible mientras pensaba en su madre, no estaba seguro de poder volver a formar una relación con ella, su abandono había sido muy duro para él, pero él trataba de comprender por todo lo que había pasado su madre, de todas formas, él recordaba un poco como su padre solía ser extremadamente violento cuando estaba ebrio.

Cuando llegó a su casa, solo pudo detenerse frente a la puerta, aún no se sentía listo, pero sabía que no podía seguir en casa de su amigo y haciendo esperar tanto a su madre. No podía seguir evitando algo que tenia que ocurrir. Mientras suspiraba miró el cielo, este era de un color anaranjado, indicando la proximidad de la noche.

Tan solo unos segundos después, respiró profundamente, armándose de valor y entró a la casa

Con pasos sigilosos se dirigió hasta la cocina, ahí estaban su tía y su madre, ambas sentadas en la pequeña mesa bebiendo té mientras charlaban amenamente, parecía que trataban de recuperar el tiempo perdido. A los pocos segundos, Julia se dio cuenta de la presencia de su hijo, lo miró con ojos suplicantes y este le respondió con una pequeña sonrisa. Todo estaba perdonado, dejarían atrás los rencores y comenzarían de cero, obviamente, sería difícil, aún más para John,  pero él estaba dispuesto a colaborar en todo lo que fuera posible para comenzar o tratar de comenzar una relación con su madre como siempre tuvo que ser.

La mujer sonrió con mucha felicidad y rápidamente se acerco a John, abrazándolo con fuerza, la verdad es que ambos habían estado deseando este momento desde hace mucho y por fin lo estaban cumpliendo.

Aún quedaban bastantes cosas que hacer como "madre e hijo" y tenían que hacerlas todas, necesitaban con urgencia recuperar la mayor cantidad de tiempo perdido. Julia necesitaba recuperar a su hijo y John necesitaba recuperar a s madre.

Poor Paul [Mclennon]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin