courtiser 「Yenyul/Yuren 」

capitulo 14

Yena no podía dejar de pensar en lo estúpido que era sentirse nerviosa por algo tan simple, como lo era pedir una cita.
Y es que no tenía ningún tipo de sentido que ella se sintiera así cuando su relación con Yuri iba más que enserio, habían pasado su celo juntas además de compartir secretos y sueños mientras se abrazaban en la florería pero todo aquello no lograba disminuir sus nervios. Eunbi le había sugerido que comenzará a llevarla de cita además de pasar la mayoría del tiempo con la omega, aunque esto último ya lo hacía. Yena se habia encargado demostrar lo importante que era Yuri para ella y aunque dudaba que le rechazará eso no disminuía sus nervios.

Como ya era costumbre espero a la omega afuera de su salón para pasar sus horas libres juntas, los dedos de la rubia jugaban con el cierre de su chamarra como si fuera lo más interesante de pronto el olor tan conocido de Yuri se hizo presente siendo enseguida abrazada por el pequeño cuerpo de su omega.

—Hola bebé.

—Yena, te extrañe.

Aquellas simples palabras hicieron sonreír a Yena, que no tardó en besar la frente de la menor con tanto cariño.

—Vamos, quiero aprovechar estas horas contigo.

Yuri solo se dejó guiar por la alfa, su mirada permaneció puesta en el bello perfil que tenía la Yena, aunque sus facciones eran bastante finas y femeninas tenía cierta dureza que caracterizaba a los alfa, sus labios carnosos pintados de color carmín parecían invitarla a besarla tantas veces hasta que perdieran la conciencia y lo haría si tan solo no fuera tan tímida con las demostraciones en público.

—¿En que piensas?

La voz de Yena le hizo mirarle y enseguida al lugar en donde ahora estaban, ya era común que pasarán la mayoría del tiempo acostadas en el pasto hasta que tuvieran que volver a clases, Yuri sintió sus dedos picar al tener tan cerca a la alfa, su corazón comenzó a latir tan rápido. Ambas se encuentran solas, siendo aquel árbol el único testigo de aquellas miradas llenas de amor, Yena estaba fascinada por la belleza de Yuri, sus ojos avellana brillando como si de un par de estrellas se tratara y su rostro de facciones tan suaves y delicadas, sin duda era alguien que deseaba proteger y amar por siempre.

—En que quiero besarte.

Aquello tomo por sorpresa a la alfa y aunque deseo decir algo los labios suaves y finos de Yuri le hicieron callar con un contacto tan suave y delicado como el roce de un pétalo sobre su boca.
Rodeo la estrecha cintura de su omega y le hizo sentarse sobre sus piernas. Suave y lento era la mejor forma de definir aquel beso entre ellas, Yena rompió el contacto y oculto su rostro en el cuello de la omega.

El olor a caramelo era más fuerte en aquel lugar y Yena disfrutaba estar ahí, sus labios llenaron de besos el pálido cuello de Yuri que simplemente cerro los ojos pérdida en las sensaciones. Yena siguió con aquella travesía por todo su cuello hasta que rozo sus colmillos contra la piel cosa que provoca un gemido en Yuri y sin duda la alfa lo disfruto.

La alfa  permanecía concentrada dejando una marca rojiza tras otra sobre la piel de la omega, disfrutaba los suaves gemidos que Yuri soltaba. Su lobo se removía ansioso y le incitaba avanzar mas sobre aquel pálido lienzo pero Yena sabia que no debía, había prometido ir lo mas calmado posible con su relación sin contar que estaban en un lugar público. 

—Yena...

Escuchar a Yuri gemir su nombre era algo único para la alfa, soltó un pequeño gruñido contra su cuello antes de separarse, miro a la omega  sonrojada y con la respiración agitada. Aquella imagen era tan sensual que la alfa tuvo que morderse el labio inferior para no tomar a Yuri y llevarla algún lugar en donde pudieran estar solas.