Capítulo 6

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Minseok tarareaba una suave melodía mientras movía su cuerpecito de aquí a allá por su oficina organizando unos documentos en las gavetas, el lugar estaba algo desordenado y disponiendo algo de tiempo decidió ordenarlo. Sus anchas caderas y rellenita retaguardia se movían también sin importarle que alguien pudiese entrar y verlo tan desinhibido.

- Parece que mi ratón está listo para la cena. –la voz de JongDae a sus espaldas hizo chillar agudamente al ratón quien, tras darse la vuelta y ver al león, se desplomó al piso convirtiéndose en un pequeño ratón blanco.

JongDae sonrió ladino, y de inmediato, tras cerrar la puerta del despacho, se transformó en un león que con delicadeza tomó entre sus fauces al pequeño ratón y se lo llevó hasta el sillón donde se acurrucó, y al ratón contra su rostro. La lengua rasposa del león comenzó a dar cuidadosas lamidas al pequeño cuerpo del roedor causando que poco a poco Minseok recobrara la conciencia.

- "No creía que fueses un ratoncito tan asustadizo" –le dijo entre ronroneos al verlo abrir esos ojitos avellanas que tanto le gustaban. La conexión que tenían como cambiaformas les permitían hablar en sus formas de animales.

- "Casi paras mi corazón"

- "Venía con la intención de pararte otras cosas, supongo que no siempre se obtiene lo deseado"

- "Eres un gato tonto"

El animalito trató de huir, mas fue capturado por la pata derecha del león. Minseok hacía ruidos graciosos en tanto que trataba de salir debajo del animal.

- "Tu amas a este gato, pero no tanto como yo te amo a ti, Minnie"

El león lo dejó salir e inmediatamente el ratón tomó su forma humana y con dulzura acarició la cabeza peluda del león, entonces JongDae también cambió de forma. Ambos desnudos en la oficina era algo que nunca antes hubieron hecho, claro que de vez en cuando el felino visitaba a su precioso roedor en la oficina para una sesión de mimos y caricias. El mayor, JongDae, tomó la mano del ratoncito y la llevó a sus labios y la besó; Minseok se sonrojó y bajó la mirada encontrándose con una sorpresa en la ingle ajena.

- ¿No me ayudarías? –le preguntó JongDae acariciando con su pulgar los esponjosos labios de Minseok.

El ratón se acercó a los labios de su pareja y susurró:

- Haré lo que quieras.

La boca de JongDae cubrió la del encantador ratoncito en un fogoso beso, y mientras las manos de Minseok bajaban juguetonas hasta la hombría ajena. Mientras sus lenguas jugaban, el ratón se ubicó en cuclillas en medio de las piernas de JongDae para, cuando acabaron de besarse, tomar entre sus labios el duro miembro. Sus labios succionaron el glande mientras su lenguita lo acariciaba; pronto las manos de JongDae lo empujaron para que su pene completo cupiese en la boca de su pareja.

- Vamos ratoncito, sigue así.

- Es mi quesito favorito –le dijo coquetamente tras sacar el miembro de su boca en un erótico sonido húmedo.

- Sé que te gusta, y cuanto más cuando está dentro de ti.

Cuando intimaban, como a muchas parejas les sucedía, usualmente utilizaban un lenguaje mucho más atrevido, más sucio que aumentaba la excitación que el ratoncito sentía.

El león tomó a Minseok de los hombros y le incitó para pararse, entonces lo sentó sobre su regazo, con una pierna de cada lado. Volvieron a besarse mientras sus ingles se frotaban con descaro, sus manos acariciaban el cuerpo contrario hasta que la necesidad de sentir al otro más profundamente se hizo insoportable. Entonces, la diestra del felino bajó hasta el trasero de Minseok y tanteó la ya húmeda entrada del ratón, insertó dos dedos de golpe haciendo gritar al otro.

- Nunca estás lo suficientemente preparado para mi –le dijo con una sonrisa burlona en el rostro. Minseok se sonrojó y ocultó su rostro en el cuello de su pareja.

- A prisa Dae, tu ratoncito requiere atención.

Complacido por la súplica, JongDae dirigió su miembro a la rosada entrada y de un solo golpe se hundió en ella. El ratón gritó y gimió de placer sintiendo las paredes de su estrecha entrada adaptarse al tamaño del pene del otro.

- ¿A mi ratón le gusta su quesito?

- Tanto que quiero más de él.

El roedor comenzó a saltar con entusiasmo sobre el pene de JongDae hundiéndose hasta sentir todo el falo dentro suyo. Las manos del felino sujetaban las caderas del roedor y lo ayudaban a impulsarse a cada salto; su pene llegaba a tocar con rapidez el punto especial en Minseok causándole gloriosos espasmos placenteros que le hacían temblar.

Fuera de la oficina de Minseok se encontraban Baekhyun y Chanyeol algo aterrorizados de escuchar al ratón gemir y gritar sin pudor alguno sin importarle que sus empleados pudieran oírle. El conejo estaba rojo hasta las orejas, afortunadamente Chanyeol pidió a los trabajadores de todo el piso retirarse, pero eso no disminuía su pena al escuchar a su amigo tener sexo en la oficina.

- Asi que... por eso JongDae venía tan seguido aquí –murmuró para sí mismo Baekhyun con las orejas bajadas.

- Eso parece, en la mañana dijo que vendría a ver a Minseok y... lo necesitaba en la oficina asi que vine a buscarlo.

- Esto es vergonzoso.

Chanyeol abrazó a Baekhyun y con la diestra cubrió la oreja izquierda del conejo, este se puso rígido al sentir el toque del otro. Deberían marcharse y darles intimidad pero si alguien llegaba y los encontraba en situación tan escandalosa estarían en serios problemas. El conejo sentía las caricias en su espalda propiciadas por la zurda del Alto, se sentía bien, era reconfortante, pero se obligó a sí mismo a apartarse lo suficiente para ver al tigre a la cara.

- No quiero escuchar a mi mejor amigo tener relaciones con JongDae –susurró abochornado.

- Podemos tomarnos un descanso, casi es hora de salir –le dijo con una sonrisa en el rostro.

- Quiero ir a casa.

- Puedo llevarte si quieres.

- No, traje mi auto de todas formas –rechazó la propuesta casi de forma abrupta.

- Baekkie...

Entonces Baekhyun se alejó por completo del cuerpo de Chanyeol como si le huyera, como si le temiera. Chanyeol sintió su corazón resquebrajarse al verlo así. Tal parecía que Baekhyun no quería ser llamado así nunca más por el alto, no cuando aquel apelativo tan cariñoso le susurró al oído mientras lo tenía entre sus brazos esa noche. Todo le recordaba a ese día.

- Conejito –llamó.

- Cuando salíamos me gustaba que me llamaras así, me hacía sentir especial que no me juzgabas por dejar mi naturaleza expuesta. Recuerdo que me gustaba cuando acariciabas mis orejas mientras estábamos acurrucados viendo una película. 

Cuando Chanyeol trató de acercarse al conejo para tomar su mano, este negó con su cabeza y lo miró entristecido.

- Cariño...

- Te gustaba llamarme de muchas maneras, pero supongo que cuando todo acabó, al igual que todos tus amigos, sólo te quedó una forma de llamarme: puta.

- No, Baek, yo nunca...

- Realmente no sé que quieres que escuche de ti, todo lo que me dijiste antes y ahora son mentiras. ¿Acaso has vuelto apostar con tus amigos por mi cuerpo? Te recuerdo que te llevaste mi virginidad, no sé que más puedas tomar de mí, ya no tengo nada de valor para ofrecerte.

- Baek, conejito, perdóname. Nunca quise que las cosas terminasen así...

- Ha pasado un tiempo y la cicatriz que me dejaste no se ha curado, sólo se ha hecho más profunda. No sé si puedo perdonarte.

Working with the Devil (ChanBaek)Where stories live. Discover now