Mi dulce venganza |MDV #1|

#35 La sonrisa del diablo

•N. Anton•

Estaba en mi habitación cuando tocaron el timbre de la entrada principal. Después de unos minutos llamaron a mi puerta y entró Chad.

-Hey amigo, que hay.

No respondió nada, solo se sentó en mi cama y comenzó a llorar.

Frunci el ceño y sin saber en realidad que estaba pasando simplemente lo abracé.

Cuando se tranquilizó un poco me miro y entonces pude preguntarle.

-¿Qué es lo que pasa?

-Es... Luke... - dijo todavía sollozando.

-¿Luke? ¿Que tiene que ver él?

-Anton... El era mi novio.

-¿Qué?

-Tú sabes más que nadie que no podía contarlo. No es que no confiara en ti ¿de acuerdo? Es solo que tenía miedo de que lo supieran. Sabes que mi padre es un homofóbico de mierda, tengo miedo de que me haga lo que hizo con mi hermano.

-Chad, tranquilizate esta bien, no estoy para juzgarte... Pero ¿Luke? ¿Desde cuándo pasó eso?

-Unos pocos meses después de que llegaron.

-¿Y por que estás así?

-El terminó conmigo Anton. Me dijo que nunca me amó, solo jugó conmigo- volvió a sollozar- me siento como un idiota.

-¿Que? No Chad, tú no eres un idiota el si lo es ¿que le pasa?

-¿Puedo quedarme contigo hoy? No quiero que mi papá me vea así.

-Claro que si amigo. Pero antes tengo que hacer algo.

Agarre las llaves de mi auto y salí de la habitación.

-No hagas ninguna tontería Anton.

- Tú tranquilo.

Salí de casa hacia el auto. Conduje hasta la casa de Sam, en la cual todos estaban saliendo dirigiéndose hacia sus coches y fue entonces cuando ví a Luke. Me acerqué furioso a él.

-Hey Luke- lo llamé, el se giró hacia mi.

-Hola Anton- tenía una sonrisa burlona en su rostro, lo cual me hizo enfurecer aún más.

-Eres un maldito- dije entre dientes.

Le di un puñetazo, pero antes de que mi puño impactara contra su cara el se apartó y lo único que conseguí fue caerme.

Una carcajada detrás mío me hizo recordar la razón por la cual estaba aquí.

-¿Qué es lo que quieres Anton?- me dijo.

Me levanté del suelo viéndolo de frente de nuevo.

-Darte lo que te mereces, una paliza que jamás se te va a olvidar.

Lo empuje, y antes de que comenzara a golpearlo, Samantha se interpuso entre nosotros.

-Me quieren decir ¿qué mierda está pasando aquí?

-Esto no tiene nada que ver contigo Sam- le dije.

-Te recuerdo que estás en mi propiedad Anton.

La miré a sus ojos, estaba enojada eso era claro.

–Lo sé Sam... Y perdón, pero éste infeliz tiene que recibir su merecido.

Luke me sonrió. Nunca odie tanto una sonrisa.