Mi dulce venganza |MDV #1|

Epílogo P2: El reencuentro

El avión aterrizaba y una vez que tuvimos nuestras maletas, Nath y yo caminamos fuera del aeropuerto.

La Luna brillaba con tanta intensidad al igual que cuando nos fuimos. Volver a pisar las tierras de Inglaterra después de seis años me causaba una gran nostalgia, y también escalofríos. Casi muero la última vez que estuve en este aeropuerto, pero es bueno saber que hierba mala nunca muere.

-¡Aqui están!

Una voz masculina hizo presencia detrás de nosotros, no hacia falta mirar para saber que aquellas voces provenían de Matt y Kate.

Nos abrazamos con tanto entusiasmo, como siempre que volvamos a vernos.

Fué una gran sorpresa para todos que aquel par declarara el amor que sentían. Aunque debo admitir que una parte de mi siempre supo que terminarían juntos, como dicen por ahí, del odio al amor solo hay un paso y un maravilloso ejemplo son Matt y Kate.

Luego de un par de meses aquellos dos anunciaron su gran boda, la más esperada de aquel entonces pues el gran empresario Heller ya era reconocido por su gran marca de ropa "Hell" Definitivamente Matt no se esforzó mucho en ese nombre.

Unos meses después Nathaniel y yo nos casamos y mi querido tío Adam fué quien me entregó a éste hombre que amo demasiado, ¿quien se iba a imaginar que Adam, por dentro, estaría sufriendo del corazón? Tan solo unas semanas después un infarto le arrancó la vida, dejándome a mi como la heredera de todas sus empresas y fortuna, compartiendo un cincuenta por ciento con mis hermanos por supuesto. Y no sólo dejándome dinero, sino también como la única proveniente de la familia Owen.

-¡Sam!- gritó alguien con mucho entusiasmo, el solo escuchar esa voz me hizo sentir una alegría enorme.

-¡Alex!- corrió hacia mi para darme un eufórico abrazo. Lo levanté en el aire y gire con él.

-Alex, te he dicho que no te apartes de nosotros.

-Lo siento, papi- dijo apenado el pequeño.

-¿Acaso no te da alegría que tu hijo esté gustoso de verme, Luke?

El sonrió y me abrazó.

Tal como lo ven, Luke y Thom tienen un pequeño hijo, e incluso se casaron. Una boda sencilla y hermosa, por supuesto.

En sus planes no estaba adoptar un pequeño, pero no pudieron resistirse ante la radiante felicidad que emitía éste pequeño ser. Definitivamente eran una familia demasiado hermosa.

-¡Familia!

Pareciera como si un resplandor hubiese aparecido con ella. April, saliendo de aquel aeropuerto como la diva que era. Una modelo que desprendía sensualidad y ternura en las pasarelas, sin duda cualquier persona quedaría embobado con ella.

-Me alegra tanto volver a verlos- dijo cuando estuvo frente a nosotros y nos abrazó a cada uno. Si, seguia siendo la misma April.

Un rechinido de una llanta hizo que todos mirasemos la carretera. Un hermoso auto apareció en ella, cautivando las miradas de varios de los peatones que andaban por ahí.

Un auto así no podía ser más que del gran Huracán.

Jacob salió del auto con una gran sonrisa.

Le gustaba la adrenalina, las carreras de autos eran su pasión. Y competía tanto profesionalmente como de manera ilegal, todo un caso.

-Al parecer era el único que faltaba. Me alegra verlos de nuevo chicos.

-Es curioso volver después de mucho estoy emocionado- dijo Matt.

Entramos al auto de Jacob, en realidad no sabía siquiera como es que pudimos entrar todos, pero lo hicimos.