𝙂𝙧𝙖𝙛𝙛𝙞𝙩𝙞 𝘾.𝙍.𝙊

02

Narra Sol:

Llegamos a la casa y los invité a pasar.

- ¿Que onda ese pibe de hoy?. - me susurró Valentín cuando todos nos acostamos en el living, como una pijamada.

- Ni idea. - suspiré. - No se que se creían esos. - reí.

- Altos topos. - acotó Dani.

asentí y sentí que mis ojos comenzaban a pesar, asi que decidí que era hora de dormir.

- Los quiero. - susurré antes de quedarme dormida.

Nuestra relación era hermosa, todos eran como mis hermanos, si bien antes de esta relación capaz me había chapado a alguno, ahora eramos los mejores amigos mas unidos del mundo y los apreciaba por eso.

por eso y por siempre estar para mi, ellos me tenían como su hermanita, aún sabiendo que tenemos la misma edad, se encargaban de cuidarme siempre sin que nada malo me pase.

Al despertar miré a mis amigos, algunos dormían y los que se habían levantado estaban haciendo el desayuno.

- Se levantaron muy bondadosos. - Les tiré un almohadón.

rieron y siguieron con lo suyo.

me levante, subi las escaleras viendo mi celular y me metí a bañar.

- ¡Dale loca!. - gritó Valen desde abajo a los minutos. - Ya esta el desayuno y vas a llegar tarde.

salí de la ducha, me cambié, me perfume y me maquille con un poco de rimel, ya que si no tenía que admitir que me sentía medio fea.

salí del baño luego de secar todo y bajé a desayunar, comi poco y nada ya que llegaba tarde, pero me llevé plata para comer algo.

yo trabajaba en un café, no era ningún trabajo pesado y la verdad me gustaba, si no fuera por mi compañero que estaba todo el tiempo atrás mio y no entendía lo que era un "No".

suspiré y rodé los ojos cuando lo vi parado, su presencia me molestaba, fui a los vestuarios y me puse el uniforme, el cual consistía en una pollera con algunos volados hasta arriba de las rodillas y un top o algo parecido a juego con la pollera, algo asi como los uniformes de las amas de casa de las personas con plata.

- Hola. - hablé seca tratando de ignorar a Agustín, ese era su nombre, pero a mi me gustaba mas la idea de llamarlo "Imbecil" le quedaba mejor.

- ¿Lo pensaste?. - habló detras mío mientras yo veía una moto parar en el estacionamiento.

- Ya te dije mil veces que no man. - lo miré. - Basta.

no dijo nada y se alejó cuando escuche que me llamaban de la barra a mis espaldas.

- ¿No pensas atender?. - habló una voz algo soberbia y odiaba esa gente.

me di vuelta encontrándome con el chico de la noche anterior, que a diferencia de estar encapuchado y con sus amigos, ahora dejaba lucir su pelo verde y llevaba ropa normal mientras me miraba serio, analizándome de la misma manera que yo a el.