Eres Mía [MiChaeng] G!P

Capítulo 18

> Ya saben para que es este mensaje, así que ya no hace falta ponerlo jsjs <

Mina

Han pasado bastantes semanas desde que BamBam atacó a Chaeyoung. No sé cuantas de ellas sin haberlo visto, tal vez unas doce o trece, no lo sé, pero seguramente no se va a quedar con los brazos cruzados y volverá a atacar.

Prometí cuidarla y estar todo el tiempo con ella. Luego del torneo de rugby se vio obligada a contarles a sus amigos sobre lo que estuvo pasando todo este tiempo entre nosotras, claro, la primera impresión fue un shock extremo por parte de los tres que no sabían. Me habían mirado muy mal, y lo entiendo, yo también lo hubiera hecho.

Cambiando de tema, hace unos cuantos días estoy tratando de invitarla a salir a una cita donde podría preguntarle si querrá ser oficialmente, mi novia.

-Minaaa -alargó mientras se sentaba en mi regazo -Quiero hacer algo.

-¿Y qué quieres hacer?-sostuve su cadera mientras se acomodaba y pasaba sus brazos sobre mis hombros.

-No sé, salir, comer, dormir, ver una película -frunció sus labios.

-No tengo ganas -sonreí y frunció su ceño mientras hacía un puchero que me pareció muy tierno.

A veces dan ganas de apretarle esas mejillas.

-¡Nunca tienes ganas de nada! -exclamó molesta.

-De algunas cosas sí, ¿quieres saber cuáles? -arqueó una ceja.

-Si incluye besarme, tocarme, lamer mi cuello o tener sexo, no cuenta.

Tener sexo... ¿cómo se sentirá? Aunque no lo crean aún soy virgen.

-Soy virgen aún si la propuesta del sexo está en pie -golpeó mi hombro -¡Hey! Sólo decía.

-El sexo no es lo único que importa en una relación ¿sabes? -pasó su mano por mi mejilla.

-¿Una relación? ¿Eso es una indirecta de que estás confirmando nuestra relación? -reí al ver su cara de asombro.

-Eh... ¿no lo sé? -bajó su mirada por la vergüenza.

Tomé sus mejillas con ambas manos y la acerqué hacia mí a tal punto de que nuestros labios se rocen.

-A mi no me molestaría comenzar una relación contigo, Chaeyoungie.

Corté todo tipo de barreras que nos separaban y la besé. Sus labios son como una perfecta armonía la cuál nunca en mi vida me cansaré de escuchar.

Pasé mi lengua por sus labios pidiendo permiso para entrar en su boca, con gusto aceptó. Mi lengua saboreó toda su cavidad bucal que sabía a helado de fresa. Nuestras lenguas se juntaron en una batalla la cual yo gané para el mando.

Sentí unas manos en mi cabello que me obligo a profundizar el beso. No estoy caliente, estoy jodidamente excitada.

Apreté su hermoso y suave trasero, que ahora se encontraba sólo con un bóxer, y la escuché gemir entre el beso. No puedo aguantar más las ganas que quiero tenerla desnuda en la cama y hacerla mía.

Me levanté mientras la sostenía y la llevé a mi habitación, maldije a todos los dioses por hacerme el camino difícil y casi caerme en el intento de caminar mientras la besaba. Al llegar, la recosté en mi cama y me puse encima de ella, nunca dejando sus labios.

Nos separamos y me miró con toda la lujuria posible, indicando a mi cuerpo que ella quería esto tanto como yo.

Volví a besarle con pasión, profundizó el beso con su lengua mientras mis manos bajaban y trazaban todas sus hermosas curvas hasta llegar a su estómago.
Deslice mi mano derecha en esta sintiendo como su piel se erizaba. Jesús, ¡es muy suave su jodida piel! Tracé pequeños círculos que la hacían excitar más. Mi otra mano estaba acariciando su muslo, y lo repito, su jodida piel es realmente suave.