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Dong Mei Ling era una mujer dulce, de carácter tranquilo y mirada expresiva, justo como la de su hijo menor, Luhan.

Era muy buena leyendo a las personas y los ambientes en una situación, sabía cuando intervenir y cuando no, pero a pesar de eso, no sabia como reaccionar ante la mirada intranquila de su hijo mayor y la expresión nerviosa de la que había presentado como su novia.

Hyorin se mostraba amable, buscando agradar a la matriarca de la familia Dong, que no dejaba de escanearla a ella y luego a su hijo en busca de algo que la llevara a entender la intranquilidad de Sicheng.

Mientras avanzaba la noche y se acercaba la cena, Hyorin se percató de una pequeña caja de cristal con un corazón de papel dentro, justo a lado de la fotografía de dos niños donde pudo reconocer a Sicheng, miró detenidamente al otro niño de sonrisa amplia y cabello oscuro con una sensación de familiaridad atacándola.

Mei Ling notó el interés de la chica y no dudó en acercarse y explicarle la historia detrás de la fotografía. —Fue en verano, el segundo que pasábamos aquí en Corea, la tomamos luego de que el amigo de Sicheng, Yuta, llegará con él cargado en su espalda exclamando que estaba herido y necesitaba que lo llevasen al hospital. Sicheng sólo tenía unos raspones y un pequeño moretón en la pierna, pero aún así Yuta insistía al borde de las lágrimas en que debíamos llevarlo con un médico porque no quería perder a su mejor amigo.

La sonrisa nostálgica de la mujer junto a la mención de aquel nombre provocaron una ola de molestia en su interior, que la hizo retorcer sus manos intentando disimularlo.

—Mamá, la señora Moon está al teléfono y quiere hablar contigo —Dijo Sicheng acercándose a ellas.

Con un disculpa, Mei Ling se alejó dejando sola a la pareja frente al buró repleto de fotografías y figuras de porcelana.

— ¿De dónde compraron esta cajita de cristal? Es realmente bella —Soltó Hyorin tomándola entre su manos y viéndola desde diferentes ángulos.

Debido a la cercanía, percibió lo tenso que se puso el cuerpo de Sicheng y no pudo evitar reiterar la pregunta, teniendo una mala sensación dentro suyo.

—La caja me la regaló Taeyong, y el corazón de adentro...

Las manos de Hyorin temblaron, sabía el nombre que diría.

—Yuta —Susurró suavemente—. Te lo dio Yuta ¿No es asi?

El silencio cargado que se formó entre ellos aumento la ira de Hyorin, su novio no era capaz de verlo aún, no podía ver cuán enamorado estaba Yuta de él.

Con una sonrisa amarga abrió lentamente la caja, oyó la voz de Sicheng diciéndole que no tocara aquello pero antes de que pudiera impedirlo ya había tomado el pequeño corazón entre sus dedos, rasgándolo en varios pedazos que cayeron sobre la alfombra.

Mei Ling regresó en aquel momento viendo con sorpresa a la muchacha romper aquel corazón de papel que su hijo se había esmerado años en cuidar, pero quizás lo que más le sorprendió fue el tono con que habló Sicheng.

—Largo —Pronunció ante la mirada atónita de su novia—. Vete Hyorin.

— ¡Debes estar bromeando! —Exclamó la chica—. Es un estúpido pedazo de papel, no puedes enojarte por esto.

—Vete —Repitió sin dejar de ver los pedazos de papel en el suelo.

— ¿Es por qué te lo dio Yuta? ¿Por qué él siempre se tiene que interponer entre nosotros? ¿Acaso él es más importante que yo?

Sicheng finalmente dirigió su atención al rostro lívido por la furia de Hyorin. —Tan sólo vete por favor.

Hyorin dio pasos rápidos hacia la puerta, con la tristeza y rabia recorriendo su cuerpo no dudó en pronunciar aquellas palabras que finalmente golperian de lleno a Sicheng.

—Él está enamorado de ti ¿No lo ves? Te ama Sicheng, y no lo hace como un amigo lo haría, Yuta te mira de la misma forma en que lo hago yo.

Falling ; yuwinWhere stories live. Discover now