Falling ; yuwin

010

Luhan miraba atentamente a su hermano en su labor de las últimas cuatro horas, la mesa estaba llena de papeles mal cortados o doblados, las manos de Sicheng tenían cortes con sangre seca encima y habían latas de Red Bull en el piso.

— ¿Qué se supone que haces?

—Intento hacer un nuevo corazón para la caja de cristal del buró.

La cortante respuesta le dijo a Luhan que algo malo sucedía, principalmente porque mencionó el corazón de papel que Yuta le había dado hace un tiempo atrás.

— ¿Qué sucedió con el antiguo?

Las manos de Sicheng se detuvieron bruscamente, lo oyó suspirar largamente antes de responder —Lo rompió Hyorin, pero supongo que yo rompí el original.

— ¿Yuta te lo dijo?

— ¿Lo sabías? ¡¿Por qué nunca me lo dijiste?!

El grito de su hermano lo sobresaltó, las lágrimas comenzaron a caer sin cesar asustándolo, no entendía que exactamente pasaba por lo que se limitó a rodearlo con sus brazos buscando calmarlo.

— ¿Qué sucedió Sicheng? —Susurró suavemente.

—Está enamorado de mi, Yuta está enamorado de mi y lo lastimé Luhan, todas esas veces en las que iba y le contaba sobre Hyorin, lo que hacíamos o cuando peleábamos, Luhan...

—No lo sabías, Sicheng, no es tu culpa.

—Cuando me entregó ese corazón de papel él me dijo que confiaba en que yo lo mantendria a salvo, y le fallé, lo rompí yo mismo.

— ¿Has hablado con él?

— ¿Qué se supone que vaya a decirle? No quiero perderlo, no quiero.

La desesperación era casi palpable y Luhan se cuestionó cuán despistado podía ser Sicheng incluso con sus propios sentimientos.

— ¿Cómo fue la primera vez que viste a Yuta? —Preguntó.

Sicheng cerró los ojos, rememorando aquel momento. —Él me lanzo una manzana, estaba sentado en la rama de un árbol, me sentí molesto por el golpe que me dio asi que subí al árbol y lo encaré, él no dejaba de sonreír mientras le gritaba hasta que finalmente me dijo que le parecía muy tierno y no sabia como acercarse a mi.

— ¿Qué sentiste ese momento?

—Vergüenza, él no dejaba de tocar mi cara y decir que era muy bonito. Pero... Me gustaba, su atención y elogios para mi.

— ¿Con quién diste tu primer beso?

Sus mejillas se encendieron al recordar aquella fría noche de invierno. —Yo... Tenía trece, quería experimentar que se sentía besar pero no quería que sea con un desconocido, le pedí a Yuta que me besara, porque yo lo quería y eso era suficiente.

Luhan sonrió y decidió hacer una última pregunta antes de irse. — ¿Se lo pedirías de nuevo?

Sicheng titubeó, pensó en su mejor amigo, aquel con quien pasaba veintitrés horas de las veinticuatro que tiene un día, que le sonreía cada vez que cruzaban miradas, que lo consentía comprándole chocolate blanco cada vez que cobraba su sueldo, lo llevaba al cine incluso si no le gustaba la película que verían, que agitaba su corazón con sus abrazos largos y lo hacia sentir cálido de pies a cabeza cuando le cantaba hasta hacerlo dormir.

—Sí, lo haría —Murmuró sonando ahogado—. Porque lo quiero, realmente lo quiero.