Magna

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Cualquiera creería que el fin del mundo podría terminar con las relaciones. Y es cierto, en parte.
Desde que todo comenzó vi muchas relaciones verse afectadas por esto. La gente, alterada por el pánico y con el único objetivo de sobrevivir, se olvidan que no sirve de nada vivir si no tenés con quién disfrutar esa vida.

Por esa razón mi novia, Magna, y yo nos volvimos prácticamente inseparables. Luchamos juntas, nos protegemos la una a la otra.

Todo es así desde hace unos cuantos meses.

Somos así de unidas incluso antes de que todo comenzara.

Muy ocasionalmente peleabamos o discutíamos y si lo hacíamos eran por tonterías: quién paga el cine, si deberíamos ir a tal lugar en vez de a tal otro. Nunca pasó más de eso.

Estamos saliendo hace dos años aproximadamente. Teníamos planeado mudarnos juntas y comenzar una vida.

Claro que nuestros planes se vieron interrumpidos por el fin del mundo.

En estos meses pasamos tantas cosas; ambas vimos a seres queridos, familiares y amigos morir a manos de esos. Pero siempre nos tuvimos la una a la otra. Al final solo quedamos nosotras; ella y yo contra el mundo.

Ella siempre estuvo ahí para mí y yo siempre estuve ahí para ella. No me imagino un mundo sin su presencia.

—Te amo, ¿ya te lo dije?

—Como unas mil veces hoy.— contestó ella mientras me dedicaba una sonrisa.

Nos besamos. Fue un beso lindo, suave y dulce.

Éramos felices, incluso en estas circunstancias.

Decidimos salir de nuestro refugio, ya no era muy seguro. Además, el frío se acercaba y necesitábamos ropa abrigada, mantas y comida ya que no estaba en nuestros planes salir muy seguido durante el invierno.

Decidimos ir a un pequeño barrio que, con anterioridad, comenzamos a despejar.  Llevábamos limpiándolo al rededor de una semana; aún así faltaba para completarlo así que decidimos marcar un perímetro. Un par de casas bastará. El límite ocupaba casi un tercio de la calle, unas cuatro casas de cada lado.

Entramos a una a la que limpiamos y re-limpiamos unas cuantas veces, para asegurarnos que todo estaba en orden. Comenzamos bloqueando todas las entradas de la planta baja y armamos una escalera, un poco inestable, para poder ingresar a partir del segundo piso.
También pusimos una especie de ascensor manual que constaba de una canasta sujetada de una soga para así subir las cosas que consigamos.

Teníamos todo planeado y seguro.

Lo primero que hicimos fue inspeccionar las casas vecinas. Conseguímos algunas mantas viejas y alguna que otra lata de comida.

Sabíamos que cerca de aquí había una tienda pequeña, no debía estar muy llena de esas criaturas.

—¿Qué te parece si mañana vamos a investigar la tienda que está acá? — apunté a un pequeño mapa que hice.— El otro día pasamos por ahí y mo estaba muy poblado.

—Bien. Tenemos que buscar madera y cosas que nos sirvan para hacer un fuego.

Al día siguiente hicimos lo que planeamos, entramos a la tienda y nos llevamos todo lo que pudimos. Por desgracia, no estaba muy  llena, pero lo poco que tenía era muy útil. Conseguimos más comida y, debajo del aparador había una pistola junto con un par de balas. Conseguí un par de cuchillas pequeñas y algunos cuchillos. Botellas de agua, algunas de cerveza y gaseosas estaban en el refrigerador.

THE WALKING DEAD || •ONE SHOTS•Where stories live. Discover now