fustracion perfecta.

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Me levante sin poder moverme de la temperatura alta, me sentía perfectamente mal...al fin no tendría que ir al jodido colegio.

- vicky levántate ya es tarde.-grito julisa.

- estoy enferma.-dije fingiendo más mi estado de salud.

-oh querida que pasa?.-pregunto esta, haciéndome poner los ojos en blanco.

Se acercó a mi y me puso un termómetro en mis labios.

- no lo saques hasta que regrese.-dijo apuntandome con un dedo.

Yo asenti con cara de cachorro mojado.  Pero en verdad me sentía mal. El resto del día me lo pasé tumbada en mi cama.

Me levante mucho mejor a mi desgracia, lo cual significaba que tenia que ir al colegio para monjas. Si, le tenía miles de nombres a ese sitio raro antis pantalones. Me duche despreocupada y me vestí. Cuando llegue al colegio vi a máx y lo fulmine con la mirada, este sonrió y volvió su vista a sus apuntes.

- Buen día clase.-dijo la maestra de arte. Me sorprendió ver que llevaba pantalones.

Toda la clase fue aburrida... pensé

-Deberías usar faldas victoria. -dijo él.

- tu deberías ver algo de porno.-Respondi dándome  vuelta para observarlo.

- supongo que eso es pecado. - dijo el

Rodee mis ojos.

-escucha mmm como te llamabas? Ah si máx, porque te empeñas en joderme? - pregunte mirando sus amarillentos ojos.

-molestar querrás decir, victoria...

Le corte.

- me fustras, eres una fustracion perfecta. - le dije haciendo ademanes con las manos.

-para ti.-dijo, dándose la vuelta y dejándome pensativa sobre esas dos palabras.

Le reste impotencia a ese "para ti". Me escape de clases, iba caminando por detrás del colegio, para trepar las paredes traseras.

- victoria,  deberías salir mejor por la puerta.-dijo máx sorprendiéndome y apuntando la puerta trasera de emergencias que se encontraba a unos cuantos metros de mi.

- vale pero así todo esto pierde emoción.-dije alzando mis cejas.

- oh ok, entonces se supone que tengo que ser cómplice de esta fuga?.

- oh no cariño,  yo nunca haría un equipo contigo.-dije sonriendo.

- Sabes que eres la chava más problemática que he visto.

- ay gracias por el cumplido.

- ja ja, y donde se supone que vamos?.-pregunto.

No se porque pero ese vamos me fascinó.

- vamos?.-pregunté poniendo los ojos en blanco.

-si, y ya mueve tu trasero o si no, nos encuentra la señora directora.

- señora directora? Jajajaja no jodas,  así la llaman ustedes? Yo la llamaría tremenda puta.-dije riéndome a carcajadas.

- basta victoria, y muévete por favor.

Subi el muro de paredes, y luego el, ya una vez del otro lado, este se encomendó al señor, y yo lo mire raro.

- tienes que aprender que cuando salgas o llegues a un lugar tienes que ponerte en manos de el, nunca sabes si este será el último segundo de tu vida.-me dijo mirándome a los ojos.

-wow, gran discurso señorito, ahora mueve ese trasero.-dije pegandole levemente en su trasero.

El me fulminó con la mirada, y la verdad es que este chico estaba buenísimo, lastima que este con eso de dios siempre. Caminamos un buen rato, hasta que llegamos a la ciudad.

-vamos te invito un helado.-me dijo el sonriendo.

- tengo otra opción,  que tal si vamos y nos tomamos una cerveza.

- helado.-dijo el cortante.

- es que acaso no te diviertes nunca?.-pregunte enojada.

- si, cuando estoy en la iglesia.

- oh vaya, tengo una idea.-dije tomándolo de las manos y arrastrándolo a mi camino. Caminamos hasta la feria del pueblo, y nos subimos a algunos que otros juegos. Salimos y lo lleve a un acto de danza callejera, y al final, estaba mi hermosa diversión.

- A donde me llevas.-pregunto este.

- ya veras.-dije.

Llegamos a un bar y casino en la salida del pueblo, le pase unos 50 dólares al grandulon de la puerta este me miró y asintió, entramos y máx me miraba extrañado y asustado, le tire de la mano y lo lleve a la pista de baile, el bar estaba inundado de jovenes, lo cual era difícil moverse. Comencé a bailar alrededor de max, pero este se quedaba intacto.

- que acaso no sabes bailar? .-grité para que me escuchase.

- esto esta mal victoria.

- no cariño, esto es diversión.-dije cogiendolo de la corbata del uniforme y acercandolo a mi.

Máx bailo conmigo pero aun estaba indesiso. Lo tome de la mano y nos sentamos en las bancas del bar, pedí una cerveza, lo mire y pedí otra para el, este me miró frunciendo el ceño y yo le sonreí. Al cabo de 2 horas me estaba pasando de copas, así que decidí que ya era hora de irnos.

- vamosno.-dije a su oído.

- al fin.-dijo el feliz por mi decisión.

Salimos de allí, el resto del camino solo fue silencio absoluto, máx tenia el seño fruncido.

- estas molesto?.-pregunté.

- no.-dijo el.

Yo voltee la cara hacia delante, y en cuestión de segundos, máx me agarro por la mandíbula suavemente y pego sus labios rosados a los míos, moví mis labios lentamente a su ritmo, sentí como me acariciaba las mejillas con sus dedos, y seguía ese beso apasionado que me dejaba sin aliento. Alejo sus labios lentamente de los mios, y volvió a darme un beso fugaz, se apartó por falta de aire y me dijo...

- perdona, es solo que, me gustas mucho.-dijo el con su frente apoyada a la mía.

- Mmm me tengo que ir a casa.-dije nerviosa.

- vale, perdón vicky.-me dijo el alzando las cejas.

Me había dicho vicky, la verdad es que si me gustaba, mucho, y me fascinó ese beso, sus labios sabían perfectamente bien, era un bombón relleno de fresa. Me aparte y di unos pasos alejandome de el, pero entonces lo pensé y me di vuelta, camine unos pasos hacia el, y pegue mis labios a los suyos una vez más este me acerco más a su cuerpo, lo cual hizo que me tensara, me mordió el labio inferior y yo solté un suspiro.

- esto es pecado.-dijo el pegado a mi boca.

Gracias por leer mi nuevo capítulo. Hasta pronto girls

Besos.

Eres mi pecado (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora