9 6 0
                                    

Todos se acercaron a felicitar a Tay mientras repetían una y otra vez que estaríamos en el mismo país así que podríamos vernos, aún no eran conscientes de que posiblemente estuviéramos en la misma universidad y yo tampoco quería sacar el tema así que hice lo propio, acercándome a darle mis felicitaciones sin mencionar nada más de aquello porque tenía un montón de sentimientos revueltos que incluían a Kay que al igual que yo se limitó un poco en sus felicitaciones.

Tras despedirme salí de la casa camino a la mía, no podía decir que me sentía tranquila o ansiosa por todo lo que había pasado, estaba solo algo pensativa. Escuché unos pasos tras de mí y me giré enseguida para encontrar a O.V jadeando por el corto trote que había hecho para alcanzarme.

  — Hola —logro decir cuando recupero el aliento.

  — Hola —respondí simple reanudando mis pasos de manera lenta para caminar en conjunto.

Seguimos caminando en total silencio aunque por un momento, cuando note que se desviaba del camino estuve tentada a romper el silencio para preguntar a donde se dirigía, en cambio opte por seguir sus pasos guardando mi curiosidad porque sentía que yo misma necesitaba tomar un poco del aire de la noche para pensar con cabeza fría y no llegar a encerrarme en mi cuarto a divagar en suposiciones; suponer solo era significado de creer un hecho no verídico acordé a los sentimientos que tenía en ese momento, eran tan subjetivos que podría llegar a hacer enfermizo y me negaba a llegar hasta ese punto.

Mientras subíamos al ya conocido lugar, incluso era tan familiar para mí por haberlo frecuentado casi todos los últimos días haciéndome sentir me sentía cómoda y tranquila. Cuando me senté lo más cerca posible del borde para mirar la luna que nos acompañaba esa noche note que Kay no demoró en copiar mi acción admirándola también.

  — Dicen que la luna de octubre es la más bonita, pero no es cierto —no puede evitar que las palabras salieran de mi boca, como si tuvieran que decirlas justo en ese momento.

  — ¿Porque no es cierto? —preguntó ahora poniendo toda su atención en mí.

  — Es psicológico, casi todo agosto es lluvioso en Latinoamérica, así que no podemos distinguir la luna bien del todo y en octubre cuando el clima se regula un poco más y la luna es más visible, entonces la vemos más hermosa porque el simple hecho de no haberla visto durante un periodo de tiempo.

  — Me encantaría poder comprobarlo —suspiro —. ¿Lo sabías? —cuestionó después de unos segundos en los que pareció debatir si debería preguntar.

  — No —respondí con simpleza.

  — Imposible —especto enseguida sin un ápice de broma en su voz —salieron todos los malditos días a ver... a ver la luna o ¡qué se yo! Cómo si fueran una pareja y me dices que ¿en todo ese tiempo que compartieron no mencionó el asunto? —soltó con veneno.

  — Es justo lo que estoy diciendo —mantuve la calma aun cuando estaba echando chispas por dentro por insinuar que le mentía.

Me miró por un buen rato, su enojo era palpable.

  — ¿Qué es exactamente lo que te molesta? —me atreví a preguntar.

  — Todo Madi —puntualizó cuando me llamo por mi nombre —me ocultaste que estuvieron saliendo todos estos días en lo que yo estaba pensando en ti en el estudio, ni siquiera mencionaste que se te había roto un ocular y se lo importante que es ese telescopio para ti —intenté hablar —¡Y no te atrevas decir que no hubo oportunidad para hacerlo, por si lo que la hubo!

  — Kay, yo solo obvié el asunto porque sentí que era más importante centrarme en cada momento que teníamos para vernos.

  — ¿Que teníamos? —preguntó con rapidez.

  — Me voy en unos días —le recordé.

  — ¿Y entonces es todo? ¿Ni siquiera un intentémoslo?

  — Tienes un sueño que seguir y yo uno que seguir lejos de aquí.

  — Vaya, pues nunca me habían dicho tan educadamente lo poco que signifique para alguien —Soltó con un sarcasmo que no le conocía hasta ahora —entonces, supongo que es tu manera de decir que ya elegiste a alguien.

  — ¡¿De qué mierdas hablas?! —esta vez solté sin poder controlar mi enojo —No estoy eligiendo a nadie, sabíamos desde un principio que íbamos a tener que decir adiós cuando todo la "magia" del verano acabará —puntúe —también me tomo por sorpresa lo de Tay y, además, ni siquiera entiendo porque su nombre está incluido en esto.

  — ¡¿Por qué?!, todo este comportamiento tuyo cada que estás a su lado ¿ya no responde tu pregunta?

  — No puedo con esto, me voy —dije poniéndome en pie y empezando a caminar.

¡Claro, es más fácil así ¿no?, cómo loscobardes! —escuché que gritaba a mi espalda, pero jamás detuve mis pasos.

QUIZÁ EN OTRO UNIVERSO © [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora