Historia medio corta
tras la muerte de su madre se presenta una situación económica que no puede manejar y decide aceptar la propuesta que le ofreció un hombre que fue al velorio de su madre, gran error, JiMin no sabe en lo que se metio, esto es m...
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— se acerca la luna roja — le susurro Jin a NamJoon quien estaba recostado en su lado con los ojos cerrados — Nam, será peligroso para JiMin estar aquí, es un humano, y nosotros... no podremos controlarnos — acaricio la mejilla de Nam con suavidad
— lo se — abrió los ojos — pero no es de nuestra incumbencia — se sentó en la cama y miró a JiN — ¿por qué te preocupa ese humano? — sonó curioso
— creo... que me cae bien — susurro y sonrió
— ahora te cae bien? — dijo sarcástico — ¿no ibas a matarlo cuando recién llegaste? — pregunto burlón
— pues eso cambio — dio un pequeño golpe en el pecho de Nam — ¿que haremos? — pregunto preocupado
— advertirle, no podemos hacer nada más, no hay en donde dejarlo, no conocemos a nadie quien pueda ayudarnos — susurro — que pase lo que tenga que pasar... — dijo sin ganas
— pero Nam... — NamJoon puso de pie y miro hacia el balcón — el esta sufriendo gracias a que los demás lo están mordiendo, y creo que Thomas le dijo una de sus típicas mentiras — se puso de pie frente a Nam quien seguía parado
— hablaré con el... — Jin asintió con una sonrisa y empezó a caminar hacía la puerta — Jin... — fue detenido por los brazos de Nam cuando iba a cruzar la puerta — tengo sed... — susurro
— Nam, tienen que ir a la escuela dentro de un rato — se dio media vuelta y vio como los ojos de NamJoon brillaban
— No me importa... — tomo a Jin de la cintura y camino hacía atrás hasta estar en la cama sentado y con Jin en su regazo con sus piernas a cada lado de su cintura
— pero pueden darse cuenta — puso sus manos en el pecho de Nam para separarlo
— No me interesa... — tomo la nuca de Jin y dejó al descubierto su cuello, comenzó a chupar su sangre mientras Jin se aferraba a su espalda y lo rasguñaba, Nam se separó de su cuello y sonrió, acostó a Jin el la cama y el a su lado — dulces sueños princesa — acaricio su mejilla y cerró sus ojos
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