8

2K 101 4
                                    

Rachel

Styles se mantenía tranquilo a mi lado, estaba con la cabeza recostada sobre el asiento y los ojos cerrados.

Él de cierta forma me generaba paz, pero al mismo tiempo, sentía que, comenzar una amistad con él podría ser caótico, incluso solo con saber como mi padre reaccionaría, me hacía estallar la cabeza.

Me llamaba la atención que Styles siguiera intentando seducirme para caer en su juego, aún cuando fui un poco grosera. Sin embargo, me parecía divertida su forma de infiltrarse en mi vida. Aunque él no me conoce a fondo, ni sabe todos los problemas por los que tuve que pasar. La Rachel que mi nuevo yo esta adaptando, no se compara con la de hace unos años, o incluso meses cuando una nueva recaída tembló entre mis días.

Una voz que proviene de la cabina del avión anuncia que ya hemos aterrizado. Mis padres deben de estar esperándonos a Chloé y a mí en el aeropuerto, o tal vez, solo mandaron a un maldito guardaespaldas, porque para mi padre solo somos una carga que le genera compromisos.

Bajo del avión, Harry viene a mi lado y ambos nos dirigimos a la banda de equipaje. Algunas personas se han comenzado a asomar, y sospecho que por mí no están.

—Saldré por otro lugar —dice Harry.

—Oh, claro —tomó mi maleta y él busca la suya haciendo lo mismo.

—Ya nos volveremos a ver, Rachel —él sonríe y acorta la distancia que hay entre nosotros.

Por un momento pienso que me va a besar y entro en pánico, pero no, solo me abraza con algo de fuerza. Yo le correspondo, esperando que mi padre no nos esté viendo. Reposo sobre su pecho durante varios segundos y luego me da un beso en la cabeza, sobre mi cabello.

Me suelta y me abrazo a mí misma, él le dice algo a Chloé y yo suspiro. Kyra me sonríe y hago lo mismo.

¿En qué momento? ¿No que lo odiaba?

Tomó mi maleta y casi comienzo a huir, camino hacia otro lado, ya no hago ningún gesto para despedirme, solo les doy la espalda.

Una punzada de nervios me golpea el estómago cuando observo a mi padre a lo lejos, él estaba observándonos. Mi madre estaba sentada esperando y al verme se aproxima.

—Mi amor —me abraza—. Muchas felicidades.

—Gracias.

—Veo que te ha ido más que bien, Rachel —asiento. Intento decir algo, pero él no me deja ni siquiera abrir los labios—. Ya hablaremos de todo esto en casa, trae a Chloé rápido, odio estos lugares.

Aprieto con fuerza la agarradera de la maleta y solo le llamó a Chloé, ama despedirse de todo mundo, justo esta abrazando a Nathan. Le llamó y ella levanta su vista cuando ve mi nombre en la pantalla de su celular, le hago una seña y se apresura a venir conmigo.

El traslado a casa, sin duda es de lo más incómodo. Es uno de esos viajes que quieres que termine pronto, pero que al mismo tiempo te asusta lo que vas a encontrar cuando llegues a tu destino.

Cuando llegamos a casa, gané tiempo subiendo mis maletas y encontrando un pequeño obsequio que mi madre dejo en mi habitación. Estaba más que claro que sentía culpa por no haber viajado al concurso y con algo quería recompensarlo.

Finalmente escuché a mi padre llamarme y yo bajé las escaleras para encontrarme a mi padre sentado en el sofá con las piernas cruzadas y en las manos llevaba una taza de té que mi madre justo le había dado.

—Explícame que ha pasado en tu viaje... —hace una pausa para dejar el té sobre la mesa— Al parecer muy deportivo no fue.

—¿A qué te refieres? —preguntó confundida.

winter on you... h.sWhere stories live. Discover now